Cap. 10 Casi algo

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Holas, io de nuevo, no tengo excusa para mí desaparición, pero un nuevo capítulo llegó -^-

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Narrador omnisciente -

Después de aquella charla con los hermanos, Trafalgar regresaba al lugar donde anteriormente le había dicho a su pequeño que fuera.

Antes de entrar al local, visualizó por el cristal de la tienda, a Luffy sentado en una esquina directamente en el piso, viendo una revista juvenil que se encontraba en el estante de al lado. Su nariz se tornaba roja, al igual que sus cachetes, y unas pocas lágrimas aún rondaban por aquellos ojos obscuros.

El ojeroso entró despacio y suave, sin llamar la atención, ni si quiera de Luffy. Se acercó a él y se inco sobre una rodilla, después, tocó la parte superior de la cabeza del menor avisando su llegada.

El monito alzó tímido su mirada, no le gustaba que le vieran en ese estado, aún así, sonrió ligeramente al ver a Law, aunque le preocupaba más otro tema.

— Torao, ¿Que pasó con mis hermanos?.

Preguntó Luffy un poco entristecido.

— Ellos regresaron a su trabajo.

Respondió Trafalgar.

— ¿Están enojados conmigo? ¿Resolvieron las cosas?.

El pequeño preguntaba recordando la discusión de minutos atrás, donde por alguna razón sentía un gran peso de culpabilidad, aunque no sabía exactamente porque.

— Luffy-ya, nadie se enojara contigo, hablé con tus hermanos, y prometen mejorar su situación, no tienes que preocuparte de eso.

El ojeroso al notar aún más, los ojos llorosos de su amado, pasó la palma de su mano en el cachete del menor, mientras que con su pulgar, pasó de izquierda a derecha sobre su ojo izquierdo, para secar las gotitas que colgaban. Lo mismo hizo del lado derecho.

Al terminar esa acción, antes de que Law pudiera separar sus manos, Luffy tomó suavemente sus cálidas muñecas, para que no se apartará. Con un pequeño sonrojo en sus cachetes, y aún con su pequeña nariz roja, sonrió, miró los ojos de Trafalgar y comentó:

— Muchas gracias...

El corazón del mayor aceleró su pulso a gran escala, sabía que la sangre de su rostro lo delataria, así que con delicadeza y rapidez, se soltó del pequeño agarre del menor, para inmediatamente voltearse y taparse el rostro, así evitaría ser visto por el monito.

Se seco un pequeño chorro de sangre, el cual salía por su nariz, para dirigirse de nuevo al rostro de Luffy y hablar.

—Vamos a un último lugar, ¿Esta bien?.

—¿No debería irme con mis hermanos, o a mi casa?.

Dijo Luffy preocupado por la hora, pues serían las 5 de la tarde, la temperatura había bajado, y el cielo se veía grisáceo.

— Creo que ahora no están en posición de tenerte cerca, vamos a hacer algo.

Mencionó Trafalgar levantándose y extendiéndole su mano al otro.

Serás mas que mio~ (Lawlu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora