CAPÍTULO 6

517 66 30
                                    

Los personajes de Candy Candy son propiedad de Mizuki & Igarashi.
La historia es una idea original de mi loca cabecilla. SIN FINES DE LUCRO.
Historia creada para el aniversario del grupo de Facebook: Biblioteca Grandchester.
Fic recomendado para mayores de edad y con amplio criterio.
Algunas escenas contienen lenguaje explícito y soez. Se recomienda discreción.

...

...

...

Me sentía entre nubes de algodón, el espacio era muy suave y delicado, estaba muy cómoda aquí, creo que dormí como nunca. Me acomodé de lado, abrazando la almohada entre mis brazos. Un suave toque en mi rostro me hizo fruncir el ceño, y alejar lo que me tocaba; un segundo toque me obligó a detener la caricia que lo que sea que fuera, me estaba dando, de pronto, mi cerebro se desperezó por completo y mis recuerdos vinieron en cascada. Me senté de golpe, abriendo los ojos, y descubrí que, lo que tenía en la mano era una pluma, y el causante de despertarme, ni más ni menos que Terrence Baker. Mi mirada de terror contrastaba con la divertida de él. Hice lo primero que el instinto me gritó, y corrí hacia la puerta, abriendola y corriendo por el pasillo. Él gritaba mi nombre, pero yo no pensaba detenerme, de pronto, un jalón de cabello me hizo parar abruptamente y fui arrastrada, literalmente, de vuelta a la recámara, para luego ser arrojada, violentamente, sobre la enorme cama.

--Ghabiun, ghair mudrik, mundafie (tonta, inconsciente, impulsiva).

Lo oí hablar en algo que no entendí. Me corrí hacia el extremo de la cama, abrazando mis piernas. Terrence llevó las manos a sus cortos cabellos, revolviéndolos en el acto. Inspiró profundo y me miró.

--¿Es que acaso no piensas? ¡Estás desnuda! Agradece a Alá que nadie te haya visto, porque el tal, hombre o mujer, hubiera caído por mi espada.

No sabía qué me impactaba más, el saberme desnuda o la amenaza de muerte que hizo tan naturalmente. Miré hacia abajo en mi cuerpo y, en efecto, estaba sin ropa, por lo que me cubrí prontamente con la sábana de la cama.

--¿Qué quiere? ¿Por qué me desnudó? ¿Qué me... hizo? --Pregunté tragando duro en la última pregunta.

--Sólo te quiero a ti, y aún no te he hecho nada. Te desnudé para que evites salir de la alcoba en tanto llegamos a Brunei.

Juro que casi sufro un colapso nervioso, pero lo último que necesitaba en este momento era desmayarme y quedar a merced de este bruto para que me violara... El recuerdo de convertirme en su esclava me hizo estremecer.

--¿En... en dónde... estamos? --Me cacheteé mentalmente por tartamudear.

--En mi jet privado. Ya llevamos varias horas de vuelo, creo que estabas muy cansada y por eso dormiste tanto.

--Pude haber muerto, imbécil. Sólo Dios sabe qué cosa me dieron.

--¡Jamás! Tengo encerrado al que te hizo dormir. He tenido que mandar a hablar al médico para que revisara tus signos vitales. El infeliz ha recibido su castigo porque creí que se había pasado de dosis.

Mi expresión se volvió de pura indignación, este hombre era un estúpido retrógrada y a lo mejor un psicópata, y yo estaba en sus manos, pero no pude refrenar mi lengua.

--¿Quién te crees que eres? ¿El puto amo del mundo? ¿Cómo te atreves a decidir quién vive o muere? ¡¿Cómo?! --Grité llena de ira.

--Si quisiera sería el amo del mundo, pero con mi propia fortuna me basta. Somos los amos del petróleo y mi tierra es vasta y prolija en desarrollos modernos e inversiones transnacionales, no me gusta ser tan ambicioso.

♥️🧕Corazón de Sultana♥️🧕Donde viven las historias. Descúbrelo ahora