×Gritos Del Silencio× (Eddsworld y Lectora){2da Temporada}.

*Pobreza espiritual

La visita de los chicos fue tan breve, comparada con el cantar de un gallo. 

Un leve recordatorio del disfrutar de la vida.

A todo esto, estaba convencida que el molestoso psicólogo Leopord (si era ese su nombre) tenía más trabajo con otros pacientes. No obstante, recordemos la contradicción en la vida de esta humilde y penosa extranjera. Parecía a propósito su llegar, sin dudas detestable. De nuevo respuestas cortas y frías a modo de desquite. Aparentemente el profesional la tomó de menos con sus advertencias y sencillamente le anunció la brevedad de su estadía. En otras palabras: pronto se marchará de estas 4 paredes.

Las nubes del cielo pasaban lentamente durante el mediodía. Nunca olvidó las tontas palabras del Tord del futuro. 'Las personas en que confías te pondrán trampas'.

Era sorprendente el carácter de víbora de aquella expresión. Es decir; Tom, Edd y Matt no harán nada malo (significativamente hablando) en el futuro, ¿verdad?

Tristemente, cayó en otro pozo de pensamientos negativos. Odiaba admitirlo, el psicólogo dijo un posible síntoma. No... 4 mejor dicho. 'Sus ojos cargados como cielo con lluvia' era una descripción fuerte. Solamente estuvo a la defensiva por unos instantes hasta caer en cuenta la posibilidad. 

____ descontó de su tiempo como la moneda dada por compromiso.

Sus manos un poco pálidas fueron hacia su cabello. Lo estiró un poco. Araña su cuello en la bajada e inhala bruscamente. 

El pensamiento hiede en sus carnes. El resto fue silencio fugitivo. Se aferra a sus mentiras internas a fin de olvidar la verdad. La posibilidad. El día que cayó fulminado el resto de su cuerpo supo la nueva vida que iba a afrontar. 

Fue un día de cruel indiferencia. Y pensar lo feliz que estuvo por la visita de los chicos para ahora estar postrada y de mirada lluviosa. Su desgano en responder preguntas a las enfermeras fue tan vaga que los llevó a pensar en otra decaída habitual. En otras palabras, no era nuevo. Este patrón de comportamientos llevaba a un análisis exhaustivo al psicólogo mayor.

 No pasó tanto tiempo para caer en una somnolencia llena de recuerdos. Algunos de paisajes agresivos y otros donde un silencio de muerte reinaba. Como costumbre, alzó sus párpados dolidos para observar la luna. Exacto, durmió un largo rato desde la tardecita. Y como era de prometer, un peinado firme se asomaba en su ventana. Seguido de unas cuencas mal creadas y de brillo infantil. A duras apenas, el inmaduro en cuerpo de maduro entró por la ventana portando en sus manos unas peonías rosadas —con algunos pétalos mal doblados, quizás por la inexperiencia para arrancar y hacer un ramo—. Sus pasos precipitados fueron a acabar en la cama, al rato se lanzó en el regazo de su amiga.

"¡SeñOriTa!" Exclamó en felicidad pura. Tal franqueza cautivó el corazón de la semi viva. Lentamente se incorporó mejor para peinar la cabellera del 'menor'. "Le TraJe EsTe rEgaLo... sE veíA deCaiDa la úLtIma vEZ"

Para algunos, oír a Tomme debe ser desesperante debido a su incapacidad de regular su pronunciación; para ____ era un cántico adorable, había que cuidarlo de este mundo retrógrada. Ordenando sus pensamientos, tomó el ramo inexperto —pero de buena intención— y las olfatea cuidadosamente. 

"Poenías..." Tomme parecía asentir al oír su voz semi ronca y débil. Tal cual un niño esperando ansioso por una respuesta a un regalo humilde. "Son hermosas, muchas gracias. Creo que ya las amo". Intenta reír según permite sus cuerdas vocales. El británico se sacudió feliz, lleno de plenitud y se acurrucó en su pecho en busca de calor. La extranjera podía sentir su respiración entrecortada y feliz en su cuello. 

"¡tE guStarOn! EstOy taaaN feLiiiz".  En unos segundos, el experimento fallido cayó embelesado por el arrullo de los latidos del corazón de su amiga. Era tranquilo y humano. Tan prístino a la vez. ____ no dijo nada más, salvo el disfrutar de su compañía y gesto. Pensar la diferencia entre el Tom real y el fallido... Quizás si fuera como el bajo, tal vez podría perdonarlo ahora mismo.