×Gritos Del Silencio× (Eddsworld y Lectora){2da Temporada}.

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Unos brazos firmes la rodearon en el estómago, para enseguida, subirla.

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La situación era tan cómoda. Las almohadas suavemente rellenas y el perfume de flores era embriagador. Dando un aspecto romántico a la sala serena.

Era una extraña mezcla de colores: el verde estaba al lado derecho, brindando calor pero al mismo tiempo aventura y frescura en su agarre. El azul estaba por debajo del verde, brindando frialdad pero seguridad y protección en su agarre. El morado estaba al laso izquierdo, otorgando cariño, pero a su vez, alegría y suavidad en su agarre. Y por último, el rojo otorgaba un sentimiento tosco, pero firme y tenaz en su agarre.

Los cuatro estaban centrados en cuidar algo que estaba en el centro, no se podía ver con certera qué era. Pero lo último que oyeron, fue el llamado de un águila que volaba por encima. Animal conocido por volar en lo alto con valentía y por supuesto, por un avance a diferencia de muchas otras aves...

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. . .

"¿_____?."

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En poco tiempo, la nombrada abrió sus ojos.

Lo primero que se encontró fueron unos orbes marrón oscuros, preocupados pero impresionados. Ante este factor, la única mujer parpadeó varias veces estupefacta. Sin saber en qué situación está o estaba antes decide sentarse llevando como acto de reflejo su mano en su frente.

"¿Qué--?... ¿Qué pasó?." Cuestionó en un hilo de voz casi raspado. Procurando y forzando a su mente para que coopere en sus recuerdos.

Patryk suspiró y se sentó sin importar los rastros de lodo. "Nos hemos estrellado en el agua. Tu cuerpo estuvo demasiado exhausto, que la fuerte emoción te llevó al desmayo. Por lo que te quité y estaba a punto de darte respiración de boca a boca. Mas comenzaste a moverte." Sin perder tiempo, se levantó quitándose la suciedad de sus pantalones azules. Su seria expresión denotaba también cansancio. "Debemos movernos. O nos encontrarán. Ven, deja me ayudarte." Le extiende la mano derecha rápidamente al ver cómo ella comenzaba a entender los patrones.

Tomando su mano, el militar la atrajo hacia su dirección para subirla. Una vez que ambos limpiaron sus ropas llenas de plantas y tierra, empezaron a caminar. Con la incómoda situación de que sus ropas estaban mojadas y sucias. Era asqueroso y antihigiénico, pero tampoco podían quedarse a atender aquello. El tiempo es oro.

Como parecían salir de un bosque, pudieron ver una civilización rústica de lejos.

Compartieron miradas, pensando en lo mismo, se encaminaron corriendo a la primera personas que vieron, específicamente, una pareja. No había muchas personas, mas aprovecharon este aspecto a su favor. No necesitaban que toda la civilización se entere.

"Je, fue un día maravilloso, amor." El hombre sonrió cálido, con un brazo rodeando el hombro de su esposa que cargaba a su hijo. "Debemos repetir--, ¡diablos!." Su expresión anterior llena de alegría, se nubló con preocupación al ver al dúo en un estado deplorable. Sus acompañantes también los miraron, a pesar de que el pequeño estaba curioso, la madre estaba sorprendida.

"P-Por favor... ¡Ayudenos!. Nos hemos estrellado en el agua mientras conducía un helicóptero... Necesitamos ayuda." Exhausto, el alto apoya sus manos en sus rodillas. Acto que mojó el piso con unas gotas de agua cuando su cabello se deslizó de su lugar original.

"Dios..." Susurró la rubia, y se volteó hacia su pareja. "¡Rápido, Chad!. ¡Ve a socorrerlo!." No faltaba decirlo dos veces. El hombre escuchó a la preocupada mujer y rodeo un brazo en el hombro del alto. Ambos eran de la misma estatura por lo que no había problema. Acción copiada por su esposa, quien se acercó a la mojada ______.