×Gritos Del Silencio× (Eddsworld y Lectora){2da Temporada}.

*Apostador, que osadía.

Para buena suerte de ambos, habían recojido sus vestimentas originales antes de incluso partir.

No tardó en oscurecer ya que las horas habían avanzado, mostrando el poniente de un color tostado, rosado, cobre y líneas oscuras. Sin dudas una buena vista.

Su acompañante fue la única en tomarse un descanso, apenas pasaron dos horas y ya estaba dormida en el asiento de atrás con la gabardina azul de Patryk encima suyo. Hacía lógicamente frío en su transcurso por los cielos. Cuan serenos resultaba prometedor, aún desconocido y dulce en la vista. 

La paz lo hizo aspirar tranquilo, sin soltar su agarre en el volante, preguntándose qué estaría haciendo su... Líder. La sola idea perturbó su cúspide, pero dominante como un león, apartó todo aquello que oscilaba u osadía su sosiega actitud. Conociéndo al Líder Negro, es probable que ya esté localizando o prediciendo su futura ubicación. Tan certero como se oye, podría tener fallas. Fallas que pronto se convertían en las mejores fallas, altos potenciales para erradicar cualquier usurpador. Razón por la que muchos desechaban la idea de meterse con el francés.

Sus orbes se volvieron eclenques. Llevaba horas manejando y clramente estaba cansado. Ahora, es posible que esté a cuatros departamentos o capitales de Londres. Por lo que dócil de sus experiencias, descendió pacífico no muy lejos de un restauran familiar. Con el estómago y el cansancio como guías, fue hacia la roba-gabardinas y le dio tres toques en su frente. Ganándose una respuesta hostil y llena de sueño.

"¡Idiota!, ¡estaba durmiendo!." Exclamó enojada, sobando grácil a la zona golpeada.

El alto rodò los ojos. "¿De verdad?, pensé que querías tener los ojos cerrados porque sí." Sarcástico, cruzó sus brazos en su pecho formado.

Vaya 'declaración'.

La víctima refunfuñó y apretó sus puños. "Lo que sea. ¿Vamos?, me da hambre..." Entre suspiros, murmuró sin ganas de seguir la pelea, sin quitar su sed competitiva. 

Los hombros del castaño saltaron un poco ante la situación, era evidente que quería reír, su serenidad se opacó por lo hilarante que se veía. "Je, seguro." Burlón la tomó del antebrazo y la llevó a la fuerza, ignorando sus quejas demandantes. La razón de su poder era por cuestión de seguridad... Y por si alguno del ejército contrario estaba cerca.

No tardaron en entrar, practicamente, un fuerte olor asociado con los 90's salpicó en ellos. Había poca gente, pero eso se convirtió en bendición. Ya que no querían soportar con muchedumbre que mataba sus razones de estoicismo. Intrísecos, tomaron asiento uno en frente del otro, ordenando la comida más pesada posible. Ya que prácticamente, ni almorzaron o tuvieron merienda. En síntonía, entregaron su cuerpo a las sillas acolchonadas. Pequeños placeres de la vida del cual se permiten.

"Ah... Que relajante." Murmurò exhausta pero sonriendo leve. El camarero colocó sus platos frente a ellos, por lo que agradecidos y pagando anticipado, comenzaron a comer. "¿No te parece raro que no nos anden buscando?. Ya sabes, Cata--"

"Hemos recibido aviso de que una pareja ha anunciado la desaparición de dos de sus invitados. Al parecer, hubo un ataque, se desconoce el origen de los atacantes. No se sabe el estado de los desaparecidos. Solo se sabe que uno era un hombre alto y castaño de nombre 'Patryk'. Y la segunda, mediana y castaña(Opcional) de nombre ____. Favor si los conocen, hablar con el número que aparece en pantalla." La voz de la reportera interrumpió cualquier atención de los presentes en la sala...

Confundidos, dirigen sus ojos ante la pequeña televisión. ¿Cómo era posible?. ¿Acaso no los vieron partir?. Recordaban muy bien como la pareja los observaba sorprendidos.

¿Qué sucedió?.

...

Chad.

Existe una posibilidad de que su esposo haya aprovechado su conmoción. O algo inimaginable... Era de esperarse. De esa manera, él ayudaría al ejército desde otras vías. Incluso... Si significa tomar a su esposa... Mas parece que en el fondo, Catalina está feliz, en ocasiones, y no parece molestarle que requiera de su ayuda. Inconscientemente.