*Falta de juicio.

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Sus orbes tanto como sus ojeras estaban oscuras de tanto pesar que lo dejò insonsable en su decisión de dormir. Por supuesto, sus deseos de salir se conviertieron latentes y como lo había regido el líder, Paul fue a la sala blanca con alta vigilancia.

 Apenas tomó asiento frente a su compañero y el contrario ya sonrió. 

 "¡Paul!." La alegría cubrió su rostro, pero esa alegría flaqueó al ver que el nombrado levantó su mano frente suyo. 

"Bien, seré directo porque quiero salir a fumar afuera." Exclamó sin ganas, mientras preparaba ya sus paquetes de cigarros. "Estás libre. Pero Tord mandó comunicarte que una falta como esta de nuevo, y no dudará en levantarte la mano." Incluso si estaba muy ocupado para quitar su mechero/prendedor  en su bolsillo y sus palabras salían flotando, Patryk lo aplastó en sus brazos. "¡Oye!."

"¡Gracias, gracias!. Los recompensaré más tarde." Una sonrisa de perlas se dibujó en los labios de Patryk, por lo que sin tardar un segundo más se levantó listo para irse.

Hasta que un factor lo detuvo.

"Espera... ¿____?." Cuestionó confundido y curioso, mirando como el holandés se levantaba de su asiento.

"Tord la llevó." Dijo directo y aburrido.

Patryk palideció. "¿Dónde...?."

"No sé y no me importa."

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"SeÑoR BiNg. ¿DónDe eStÁ ____?." La preocupación del pequeño lo hacía ver adorable, calentaba a cualquier corazón, pero no lograba aquello con el científico. "¿SeÑo--?"

"Cállate." Dijo con venéno, deteniendo su lápiz que por tanto tiempo tuvo protagonismo en sus planos. Girando ruidosamente su silla hacia la dirección del menor, aprovechó para tirarle una mirada de dagas incesantes. Acción que hizo retroceder a Scribble Tom tembloroso y con unas lágrimas en el costado de sus cuencas. "¡¿No ves que estoy ocupado?!."

"No grites a Tomme." Gruñó firme la fusión mayor, quien estaba sentado en una esquina oscura de la sala.

 Claramente, fueron liberados para cambiar de aires. A pesar que para su creador fue una decisión odiosa, su guardaespalda había recomendado esto con la finalidad de que aquellos 'monstruos' no se pongan agresivos y fastidiosos por la falta de libertad.

La mirada bicolor de Tomatoredd y las cuencas crudas de Torm vigilaban cada movimiento o gesto de Bing. Y cómo no hacerlo. Era un ser totalmente despiadado, ya que en más de una ocasión, había maltratado al menor del grupo. Y eso se debe a que entre los cuatro (Tomatoredd, Torm, Scribble Tom y el cuarto no nombrado), era el más odiado por su creador. La razón, no hacía falta explicar. Solo basta decir que los niños son mirados con otros ojos por él.

Torm balanceaba entre sus dedos la arma blanca robada. Muy pronto, se encontraba ahora con los ojos cerrados. Solo se oía el elegante sonido de la hoja y la respiración dominante del fornido pecho del comunista-alcohólico. 

"¿Y cómo no hacerlo?. ¡Sal de aquí!." Reaccionando cansado, empujó al de azul. 

Esto provocó que un llanto se escape tristemente hacia al afectado. Causando que tanto el más alto y el cornudo se levanten de golpe, en alerta y gruñendo protectores.

"No hagas eso, o te las verás con nosotros." Severo, Tomatoredd se acercó hacia Bing.

"Vuelve a hacer eso, y rompo tu cráneo." Torm se acercó como una serpiente a su presa.

Pero Bing no se imutó. Y aún escuchando los pasos de sus creaciones acercarse y el llanto del menor, agarró su comunicador frustrado.

"Larry, trae el «cooter»." 

×Gritos Del Silencio× (Eddsworld y Lectora){2da Temporada}.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora