*Persecución limitada.

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De nuevo, no habrá fecha de actualización. Pero veré para hacerlo antes. Gracias por su comprensión.
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Ambos, con aquel semblante peliagudo de distinguir, observaban como Ell, Matilda y Tamara hablaban sobre vete a saber. Era evidente que, a pesar de que se veían entretenidas con la charla, se podía oír estúpidamente sus susurros de conspiraciones o teorías acerca de el par de incógnitos.

Tanto el hombre como la mujer por igual, tenían los mismos pensamientos y ligeras diferencias. La cuestión que les carcome era suficiente como para dejarles con la lengua enrollada, quieta y sin tentaciones. El silencio, el engaño más violento, les golpeaba indescriptible. Metafóricamente hablando, aunque si somos sinceros, eso casi se vuelve literal.

Sus pensamientos oscuros revoloteaban.

Y eso no era para nada agradable.

La mirada de la original miró nostálgica como las chicas de esta dimensión sonreían, inocentes e ingenuas sin conocer de la posible amenaza que acarreaba.

El sentimiento era perturbador.

Y triste.

El pálido sentimiento helaba. Es como si todos los sentidos estuvieran en una caja que en poco tiempo, pueden detonar. Su virulencia era máxima.
Ellos no movían ni un dedo, a este paso, podrías confundirlos con muñecos de porcelana antiguos.

"Si mal no recuerdo, ella se llamaba 'Tori', ¿verdad?." El susurro era minimizado y mísero, como si temiera que alguien que no sea ellos los escuche. Era tan diminuto que hasta costaba pronunciar. El mensaje no tardó en llegar, y él parpadeó como su último respirar pacífico.

"Sí... Sinceramente, algo me dice que debemos aplicar nuestras enseñanzas ante esta persona." Inseguro de sus palabras, copió sus acciones discretas.

La mujer detuvo su futuro suspiro, y con pesar, habló. "Me consta... Pero estoy confundida, desorientada con los chicos." Pausó. "Mi visón hacia sus amistades... Esta cambiando extrañamente." Atropelló su habla.

"Igualmente." Por un breve instante, casi ladea una mueca. "No sé qué hacer. Nada es acertado." La filosofía en sus recuerdos se inyectaron indudables, mas su visón nebulosa, complicó el tránsito de pensamientos y emociones.

"Estoy rara."

"Estoy raro."

Sus apariencias similares asustaba, así como sus expresiones recíprocas.

El silencio se difundió nuevamente por unos segundos eternos. Aún se oía de forma idiota el cuchicheo de las chicas. La mera acción era como para rodar los ojos por la estupidez.

Tragó saliva y abrió sus labios, cansada. "Algo estamos rompiendo, una regla. Pero no se cuál." Su voz, antiguamente serena, tambaleó. "¿Por qué se siente como si estuviéramos protegiendo al enemigo?."

"Nuestras acciones." Teorizó y confirmó en el proceso, para su buena y mala suerte. "Nuestras acciones apuntan a que los protegemos. Y a la vez, denotan rebelión."

"Que mierda..."

"¿No querrás decir: 'Tenemos que actuar'?."

"No... Me refería al Número 2 de Reina."

"¿Qué...?."

_____(hombre) dirigió su mirada hacia la gata, quien luego de tanto aguantarse, finalmente pudo liberar su desecho. Si esto fuera un Dibujo animado, Reina tendría una cara de satisfacción total...

×Gritos Del Silencio× (Eddsworld y Lectora){2da Temporada}.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora