*Juegos del cornudo.

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Después del glorioso sucedo de arrebato de vida y paz hecho por Tord, y no aplaudido por ____, cayó la noche rápidamente. A regañadientes, la secuestrada tuvo que seguir al noruego hacia el auto. No contenta con nada, se acostó en el asiento del copiloto con desgano.

"Si vas a tener esa actitud de mierda, mejor toma esa navaja del maletero y clava la hoja en tu pecho. Me harás un gran favor." Murmuró aburrido el de cuernos, ocupado en mirar su diente en el espejo. 

"Oye, eres tan gracioso que hasta puedo enterrar la navaja en tu hombría, a ver si se te quita lo pendejo." Exclamó de golpe, era notorio la rabia en su tono que de apenas oírlo frustró al Líder. Mas poder enojarlo fue una satisfacción para la emisora.

"Tch, mujerzuela desubicada. Te recuerdo que soy Líder de un Ejército y no dudaría en ponerte de rodillas." Hablando entre gruñidos, la toma del cuello de su abrigo para que haga contacto visual con él. "Eres buena para ser secuaz en aventuras, pero una reverenda mierda en persona cuando eres una enemiga." 

A cada palabra, su mano apretaba el agarre de hierro que mantenía. 

La mirada de la contraria se mantenía intrépida, inminentemente, estaba indemne a pesar del trato o cambio de aires.

Por supuesto, en el fondo sabía que no duraría mucho. Podría golpear sus ojos cenizas con sus dedos (pelea sucia), sin embargo, puede venir una consecuencia peor si lo hacía. Por ejemplo, matarla.

¿Qué es una espía comparada con un Líder entrenado por más años?.

"Ah, sí, sí, lo que digas..." Murmuró desinteresada, o es lo que aparentaba. En el fondo callaba sus impulsos de desatar su rabieta. Claro, el contrario estaba en la misma situación. 'Imbécil...' fue lo que ella dijo en su interior.

Tord soltó su agarre con brusquedad. 

"Ahora, duerme. Y más te vale no hacerte la listilla porque sabes que soy capaz de quitar tus hígados sin anestesia." Volviendo a aquel caracter de mierda, se volteó hacia su ventanilla. Si bien se había acomodado para caer dormido ya, se notaba por el reflejo del vidrio que estaba despierta y que la estaba mirando. 

¡Obviamente, dormirá después que ella!. 

Maldito nerd...

Aguantando un gruñido de derrota, se volteó a su ventanilla, se acomodó y cerró sus ojos de una manera muy convincente.

No tenía idea ni de qué hora era, apenas con la posición de la luna, creía que eran menos de las 11. Ojalá sea cercano, de lo contrario, no podría escapar.

Abrió un poco, pero muy poco su ojos derecho para ver el reflejo de su propia ventanilla. Si bien sus pestañas irrumpían su verificación, captó que el comunista seguía despierto.

...




Fue una eternidad luchar contra minutos y el inesperado sueño. Pero su esfuerzo valía la pena, ojalá.

A través de la posición de la luna, creía que era más de las 2 de la madrugada. Tal vez cerca de las 3 a.m., hora perfecta para sacar su pobre trasero de este lugar mísero. No era tonta, recordaba qu Tord dijo que se irían junto a los chicos, pero su sexto sentido le suplicaba que llegue con sus medios. 

Afortunadamente, observó a unas calles cercanas una estación de policía. Si salía y caminaba a base de su memoria visual, obtendría su libertad.

Lentamente, abrió sus ojos, sudada debido a que estaban encerrados. Tragando suave y con tensión, se movió despacio con la intención de minimizar el ruido.

×Gritos Del Silencio× (Eddsworld y Lectora){2da Temporada}.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora