Me encontraba atada en un lugar muy oscuro. El suelo estaba sucio, frío y había una gotera. No es la primera vez que estoy en esta asquerosa habitación, ¿El sabrá cuánto la detesto? Claro que sabe pero sigue buscándome y vuelve a dejarme aquí.
Pasos se escuchaban afuera de la habitación, sabía que era el por el resonar de sus zapatos de marca, ese sonido inigualable que solo los zapatos de marca saben hacer. Se abrió la puerta y lo volví a ver, después de un mes sin verlo.
-Buenos días, querida, ¿Disfrutaste tus vacaciones?-Preguntó el con su voz llena de diversión, su voz era tan grave e imponente como la recordaba.
-Sasuke, ¿Por qué me buscaste?- Pregunté ya cansada de estar atada. Cómo odió está soga.
-Sakura, mon amour, tu m'as laissé totalement abandonné-Dijo el con su voz aterciopelada.
-¡No fueron vacaciones! ¡Yo escapé de tí y tus mentiras!-Replique mientras me impulsaba un poco hacia el. Tenía diesciocho años cuando conocí a Sasuke, trabajaba en una cafetería en París, el fingió ser un pobre chico sin hogar y yo le creí. Un año después de conocernos nos casamos, en ese momento todo empeoró, el resultó ser un millonario, adicto al trabajo que me dejó de lado.
-JaJaJaJa, que divertida eres, Sakura- Contestó el tomando un mechón de mi cabello rosa, haciendo que me sonrojara- Si querías mi atención tenías que pedírmelo, cerise.
-¡No te atrevas a llamarme cerise! ¿Cómo me encontraste?-Conteste enojada, el y yo no teníamos lazos que nos unen, solo un papel que dice que estamos casados pero eso se puede arreglar rápidamente.
Escuché como reía y se ponía atrás de mi, el estaba desatando la soga que me mantenía prisionera, cuando terminó llevo sus labios hacia mi cuello. Me sonroje y lleve mi mano hacia la zona.
-¡Sasuke-Kun!- Chillé, me pegue una cachetada mental cuando ese sonido salió de mis labios, le había comprobado que todavía lo amaba.
-Sakura, lamento todo lo que te hice
pasar-Dijo el ayudándome a levantarme y pegándole a su pecho-¿Cuando me dirías?-¿Te diría que?- Pregunté aunque ya sabía a lo que se refería.
- Al bebé que llevas en tu vientre, eres muy buena ocultandolo pero confiaste en que no me preocuparía por tí.
-Pues... Nunca-Respondí mirándolo a la cara con una sonrisa traviesa.
-Mi esposa es una niña sin remedio- Contestó el mientras me levantaba en el aire. Luego de mirarnos por unos minutos nos besamos apasionadamente, lo necesitaba aunque lo negará, lo necesitábamos.
El puso su brazo alrededor de mi cintura y nos fuimos de esa horrible habitación a nuestra casa, ahí viviríamos felices con nuestro bebé que viene en camino.
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❝𝐎𝐧𝐞 𝐬𝐡𝐨𝐭𝐬/𝐒𝐚𝐬𝐮𝐬𝐚𝐤𝐮❞
RandomOne shots sacados de una escritora con mucha imaginación. Sasusaku una pareja que no ha podido salir de la mente de la escritora y por eso decidí hacer este libro.