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𝑮𝒂𝒎𝒂𝒏: 我慢
-¿por que lo haces?
-por que no tengo de otra
-es peligroso... lo sabes, ¿verdad?
-si, lo se
❀𝓿𝓸𝔂 𝓪 𝓮𝓼𝓽𝓪𝓻 𝓫𝓲𝓮𝓷... 𝓸 𝓮𝓼𝓸 𝓬𝓻𝓮𝓸❀
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En esta historia...
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El sonido de las olas, el olor a agua salada y la arena entré sus pies era algo que disfrutaba. Pero, al que más emoción le causaba, era a Kouki.
Ese pequeño remolino se volvía loco con tan solo mencionarle el mar, gritaba y saltaba por todos lados. Decía con emoción que el algún día sería parte de la marina, que recorrería los mares con su propia tripulación. Pero, por el momento, se confirmaba con tener un flotador en la cintura mientras se dejaba llevar por su imaginación.
—¡Oye pirata, ten cuidado! —advirtió Dalia cuando su hermano corrió hacia el agua con el flotador en su cintura, siendo seguido por Taka y Shizuka.
El pequeño gritaba que iba a conquistar los siete Mares sin ayuda, su voz estaba cargada de emoción, un brillo inocente estaba en sus ojos.
Dalia sonrió al ver a Kouki tan alegre, además de eso, estaba en calma con ella misma. Pasaron meses desde que bloqueó el número del desconocido y con eso dejaron de llegar los mensajes.
Aun así, tuvo que contarles la situación a Hayato y a shizuka por su seguridad, ambos pelinegros casi desatan la tercera Guerra mundial al enterrarse de todo. Shizuka no se quedó quieta, en cuestión de horas ya había contratado un agente privado para que siguiera el caso.
¿Que si era paranoica? Tal vez, pero todo era por seguridad.
Mientras todo se resolvía, la mayor decidió hacer un viaje a la playa para celebrar el final del verano; no solo fue su familia, sino que también fueron sus compañeras de trabajo, los niños y Ryuichi con kotaro.
—Ah~ se siente tan bien—Dalia se acomodó en el flotador, disfrutando del sol y de las ligeras olas que creaba el viento.
—Ten cuidado, las olas se están poniendo un poco fuertes—Hayato nadó hacia ella.
—¿Huh? —bajó sus gafas oscuras, lo miró por leves segundos y se acomodó en el flotador antes de hablar—naaa, no creo que una ola me vaya a tumbar.
Hayato rodó los ojos, se iba a alejar de ella cuando algo a la orilla llamó su atención.
—¿Ese no es kotaro? —Dalia miró en la misma dirección que el de ojos ámbar. Kotaro estaba corriendo hacia el agua sin ningún flotador, Ryuichi se dio cuenta a tiempo y lo alcanzó a agarrar cuando una ola arremetió contra ellos, quedando el Ryuichi bajo el agua mientras evitaba que su hermano se mojara.
Dalia soltó una carcajada mientras se agarraba el estómago, lágrimas falsas salían de sus ojos.
Pero, el Karma existía y estaba por hacer de la suyas.
Dalia no pudo seguir riéndose cuando una ola apareció de la nada, tumbándola del flotador y hundiéndola. Sintió la arena del fondo mientras tragaba agua salada, rápidamente nadó a la superficie en busca de oxígeno.
