再会
▲───────◇◆◇───────▲Shizuka miró irritada a su hijo, desde que se había levantado era con una caminadera que ya la tenía harta, si seguía así le haría un hueco en el suelo.
—¿Puedes quedarte quieto? —el de ojos ámbar la miró, sin dejar de caminar—parece que tuvieras hormigas en el rabo, hasta estoy empezando a sentirme mareada. Siento como si fuera a vomitar el café y eso que no llevo ni media taza.
—Entonces no me veas—Shizuka bufó ante su respuesta. —Además, siento que algo va a pasar.
—Estas algo paranoico, incluso estás cambiado desde temprano. ¿Qué es lo que realmente vas a hacer?
Antes de que su hijo hablara, fue interrumpido por el sonido del teléfono, la kamitani se levantó del sofá y descolgó el teléfono aún con la taza en la mano.
—¿Si diga? —Hayato dejó de caminar y se quedó viendo a su madre. De pronto, la taza en la mano de la mayor se resbaló y se rompió, la mirada atónita de su madre lo alertó. —ella... ¿Despertó? —las lágrimas comenzaron a salir.
Su mirada Conectó con la de su hijo, ese fue el momento en el que Hayato proceso sus palabras y salió corriendo como alma que lleva el diablo hacia el hospital.
No lo podía creer, Dalia, su Dalia por fin había despertado. Corrió más rápido, sin importarle estar quedándose casi sin aire.
Llegó al hospital en tiempo récord, pero para su mala suerte, cuando quiso entrar a verla fue detenido por una enfermera, diciéndole que no podía recibir visitas hasta que se terminaran de hacer los exámenes a la fémina.
A regañadientes le tocó esperar, tiempo después llegó su madre y está veía como la ansiedad se comía vivo a su hijo.
Decir que estaba cansada era poco y eso que literalmente no estaba haciendo nada, pero estaba cansada de tanto examen, le agobiaba tener a personas cerca de ella.
Pero no podía decir nada, aunque quisiera, no podía hablar debido al tiempo en el que sus cuerdas vocales emitieron sonido. Cuando lo intentó casi entra en pánico y si no fuera porque el médico de turno le explicó, se echaría a llorar.
—Es todo por ahora—Dalia suspiró con dificultad, sentada en la silla de ruedas, aún le dolía la garganta. —En unos minutos recibirás visitas, aún que solo será una persona. —la enfermera llegó hasta su habitación y la ayudó a sentarse en su cama.
Se quedó quieta en la cama, pensando en todo lo que había ocurrido, empezó a divagar por su mente sin darse cuenta que se quedó varios minutos en ello.
El sonido de la puerta fue lo que la hizo reaccionar, su respiración se volvió errática mientras lágrimas salían de sus ojos.
Hayato estaba en el marco de la puerta, inmóvil al verla despierta. Cuando quiso hacer algún movimiento, ya estaba envuelta en los cálidos brazos del pelinegro.
—E-estás despierta... Sabía que lo lograrías—su voz salía entre cortada pues él también estaba llorando. Se separó de ella y acunó su rostro con cuidado, con sus pulgares intentaba limpiar Las lágrimas de la fémina, ella por el contrario quiso hablar, pero lo único que salió fue un débil gemido—No te esfuerces, el médico ya nos explicó todo. —la tranquilizó.
Ambos juntaron su frente, se dieron un tierno beso esquimal y se quedaron el resto de la tarde abrazados.
El de ojos ámbar tenía que aprovechar el momento, después de todo su madre había llamado a los demás para decirles de la buena noticia, dentro de poco todos estarían ahí, queriendo ver de nuevo a Dalia.
Mientras eso pasaba, se dedicó a darle toda la atención posible a su pareja, mimándola y dándole besitos por toda su cara, manos y cuello. Ambos habían extrañado el tacto del otro.
Por otro lado, está Shizuka, quién terminaba de oír el nuevo diagnóstico de su hija.
—No le encontramos anomalías en el cerebro, su cuerpo está volviendo a funcionar como antes. Aun así, tendrá que ir a fisioterapia para que vuelva a caminar, además de hacerse más exámenes para ver que no tenga complicaciones cognitivas y también tendrá que ir a terapia psicológica, al igual que su hijo—shizuka lo miró sin comprender.
—¿Mi hijo?
—si. No soy psicólogo, pero por su comportamiento, es posible que él tenga estrés postraumático al igual que la chica, así que, por seguridad de ambos, un joven del departamento de psicología los verá en estos días. —le dio una ligera reverencia y se retiró del lugar.
Shizuka se sentó en la sala de espera, frotándose la cara con frustración ¿Cómo no lo había notado antes? El comportamiento de su hijo había cambiado y ella no se había dado cuenta. Ahora, las desveladas de su hijo en el hospital, el querer quedarse todo el tiempo en el hospital y el apego repentino de él hacia kouki tenía lógica en su cabeza.
—Mierda.
Volviii
¿Que tal el capítulo de hoy?
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𝐆𝐀𝐌𝐀𝐍 ━━ 𝐇𝐚𝐲𝐚𝐭𝐨 𝐊𝐚𝐦𝐢𝐭𝐚𝐧𝐢
Fanfiction💮💮💮💮💮💮💮💮💮💮💮💮 𝑮𝒂𝒎𝒂𝒏: 我慢 -¿por que lo haces? -por que no tengo de otra -es peligroso... lo sabes, ¿verdad? -si, lo se ❀𝓿𝓸𝔂 𝓪 𝓮𝓼𝓽𝓪𝓻 𝓫𝓲𝓮𝓷... 𝓸 𝓮𝓼𝓸 𝓬𝓻𝓮𝓸❀ 💮💮💮💮💮💮💮💮💮💮💮💮💮 En esta historia...