💮Capítulo 25💮

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シアター

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 —Son las dos de la mañana—detuvo sus dedos sobre en teclado por unos segundos antes de volver a presionar las teclas—Dalia ve a descansar

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 —Son las dos de la mañana—detuvo sus dedos sobre en teclado por unos segundos antes de volver a presionar las teclas—Dalia ve a descansar.

Hayato estaba recostado en el marco de la puerta desde hace media hora, mirándola trabar en el anuario. Estaba un poco relajado de que la fémina volvía a recuperar su personalidad de antes, aunque lo hacia muy lentamente, pero era un progreso. Pero, por otra parte, se estaba sobre exigiendo a si misma, estaba sobre analizando las cosas a su alrededor además de que no paraba hasta no haber terminado haciendo que varias veces se saltaras las comidas y se quedara hasta tarde como ahora.

—Es enserio, Dalia. —continuó, se quitó del marco y se acercó a ella.

—En un rato voy—despegó su vista de la pantalla y lo miró. Hayato tenía su ceño fruncido.

—No. —bajó la pantalla del portátil. En un rápido movimiento alzó a Dalia sobre su hombro y camino a su habitación.

La acostó en su cama y se arropo con ella, agarrándola de la cintura para que no se escapara.

—No tengo sueño.

—Si tienes, que no quieras dormir es otra cosa. —la fémina iba a protestar, pero no la dejó— tienes ojeras, no te alimentas como se debe y estas mas pálida. no hay que ser un genio para saber que estas agotada.

Dalia no dijo nada, sabía que tenía razón, se estaba sobre exigiendo así misma, estaba cansada pero no quería aceptarlo. Sentía que, si paraba, el vendría por ella y eso le asustaba. Prefería quedarse despierta a que tener que dormir y tener pesadillas. Esta mal, si, pero gracias a sus amigos y pareja, se sentía un poco más tranquila.

—¿Qué papel te tocó en la obra? —decidió cambiar de tema, tal vez así se dormiría más rápido.

Hayato se tensó en su lugar ante su pregunta, no quería responderle.

—Un papel, uno sin importancia—fue lo que respondió, esquivando la mirada de su pareja.

—Entiendo—se calló por unos segundos, aliviando al de ojos ámbar, pero, no le duro mucho. —aun así, quiero saber cuál te toco.

 Hayato maldijo mentalmente ¿Por qué ahora se le daba por preguntar eso? ¿la vida tenía algo contra él?

—Mañana es la obra, ¿tomaste las fotos de la entrada principal? —ahora el que cambió de tema fue él.

—No, mañana en la mañana las tomo, también me toca pasar al aula de música y tomarle una foto a la banda completa, además de otras cosas, talvez alcance a ver la obra, aunque lo dudo. María me va ayudar, así que no estaré tan cargada de trabajo.

Hayato la escuchaba mientas le acariciaba lacintura con parsimonia. A si siguieron hasta que la fémina se durmió y minutosdespués el.

 —¡Muy bien todos, sonrían! —gritó, segundos después el flash de su cámara cegó por segundos a la banda de la escuela—gracias a todos ¡suerte en su presentación!

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 —¡Muy bien todos, sonrían! —gritó, segundos después el flash de su cámara cegó por segundos a la banda de la escuela—gracias a todos ¡suerte en su presentación!

Dalia se despidió con una ligera sonrisa.

—Listo la fotografía de la banda—María se le acercó con un porta pales en su mano mientras que en la otra llevaba un bolígrafo— ahora sigue el jardín.

Dalia asintió.

María era su ayudante en cuestión de organización, la peliverde llevaba una lista con los lugares o personas a las que tenia que fotografiar. Dalia agradecía enormemente su ayuda.

—¿Nos dará tiempo de ver la obra? Me gustaría ver a Hayato y a Ryuchi actuar. Y claro que también a los niños —ambas caminaron hacia el jardín, evitaban chocar con la gente del lugar.

No solo habían venido los familiares de los estudiantes, sino que también vinieron personas de otras partes e incluso estudiantes de otras escuelas.

—Creo que no alcanzamos—María lo pensó por unos segundos, miró su lista y después a Dalia. Hoy la fémina estaba particularmente alegre así que decidió hacer un pequeño espacio en su lista—aunque, si pasamos por la entrada y después por el jardín, alcanzaremos a ver las dos obras.

Dalia sonrió

—¡Entonces vamos, no hay tiempo que perder! — gritó emocionada mientras jalaba de la peli verde.

—¡Entonces vamos, no hay tiempo que perder! — gritó emocionada mientras jalaba de la peli verde

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 —¡Si alcanzamos! —ambas entraron al auditorio, ahí se presentarían las obras de cada curso. La primera obra era de los mas pequeños, lo niños de la guardería actuarían de primero.

Las luces del lugar se apagaron y segundos después una música suave pero infantil comenzó a sonar, el telón se abrió y de apoco fueron apareciendo los niños.

Dalia no perdió tiempo y empezó a tomar fotos a lo desgraciado.

Los niños estaban disfrazados de verduras, provocándole diabetes a los espectadores ante tanta ternura.

Fotos por aquí, y fotos por allá.

A ese paso tendría que cambiarle la memoria a su cámara para más espacio.

Incluso casi se agarra del pelo con el padre de Kirin, quién también estaba tomando fotografías, por obtener un mejor lugar y ángulo para las fotos.

María los miraba a lo lejos con una gótica de sudor en su frente, sí que se estaban comportando como un par de niños pequeños. Pero, aun así, se alegró por la actitud de Dalia.

Luego de un rato, Dalia se calmó y se sentó, disfrutando de la obra de los niños con tranquilidad.

Tranquilad que se derrumbaría como si fuera un castillo de arena contra una ola.

Tranquilad que se derrumbaría como si fuera un castillo de arena contra una ola

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𝐆𝐀𝐌𝐀𝐍 ━━ 𝐇𝐚𝐲𝐚𝐭𝐨 𝐊𝐚𝐦𝐢𝐭𝐚𝐧𝐢Donde viven las historias. Descúbrelo ahora