Capítulo 6: Reencuentro

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-Zuko...- susurró apenas perceptible para ella.

No podía ser posible que el soberano de la nación del fuego estuviera en aquel lugar. Rápidamente negó con la cabeza rechazando aquella posibilidad.

Habían pasado años, seguro estaba confundida, o quizás al estar en aquel lugar estaba dejando que su imaginación la sugestionara.

-Bien si están listos, ¿me podrían indicar su orden?- comentó aquella amable voz que generaba más duda en la pelinegra.

-No puedo creer que en este lugar de élite permitan trabajar a alguien con esa apariencia- dijo despectivamente el acompañante de la familia Beifong.

-¿Disculpe?- preguntó confundido.

-Tu cicatriz es asquerosa- soltó con gran molestia en su voz. -Así que no se como siquiera te a través a posar tus ojos en ella- le reclamó con mayor molestia el joven maestro tierra. -¿A caso crees que no me di cuenta como la mirabas? Así que te pediré que entiendas tu lugar, sino quieres que me queje con el gerente y pierdas tu trabajo- dijo aun más despectivo que antes.

"Cicatriz", la pelinegra sólo podía pensar en que su mesero tenía una cicatriz... pero ¿sería solo una coincidencia?

El chico soltó una pequeña risa. -Lo siento señor, pero mi tío es el dueño así que no me intimidan sus amenazas, así que mejor permitame tomar su orden.- dijo con la mayor tranquilidad y amabilidad en su voz.

La pelinegra sonrió con satisfacción al confirmar sus sospechas. -Han pasado algunos años...- dijo la chica dirigiéndose a su mesero e ignorando completamente aquellos comentarios del chico.

Pero la maestra tierra no recibió respuesta, ya que él chico ciertamente esta sorprendido.

-No puedo creer que no me reconozcas, ¿a caso debo golpearte con una gran roca para que sepas que se trata de mi?- dijo esbozando una sonrisa.

-Definitivamente tenía mis dudas, pero efectivamente se trataba de ti- ahora el chico sonreía al contemplar a su amiga después de años de no verla. -Pero no puedes culparme, los años te han sentado bien y estas más hermosa que antes- el chico se avergonzó al darse cuenta de que había dicho lo que en realidad pensaba

Instantáneamente las mejillas de la pelinegra se colorearon de un carmesí intenso.

-Te dije que entendieras tu lugar, maldita escoria- Ren se levantó molesto de su asiento, listo para confrontar al mesero. Ciertamente el Tsuga estaba celoso de ver que Toph se sonrojó por aquel cumplido.

-¡Ren déjalo en paz!- le ordenó la chica, lo cual provocó que el maestro tierra se irritase más.

Mientras tanto los padres de la pelinegra miraban a la chica confundidos y algo molestos, afortunadamente la chica no podía verlos, pero definitivamente podía sentir como sus respiraciones y ritmo cardíaco se habían alterado.

-Hija, ¿qué estas haciendo?, ¿cómo te a través a hablar con tanta familiaridad con esa bajeza y darle prioridad sobre el joven Tsuga?- finalmente dijo su madre con disgusto y decepción.

-Porque él es mi amigo-

-¿Cómo puedes ser amigo de alguien tan insignificante?- le insistió la mayor viendo despectivamente al mesero, pero la chica contenía las ganas de reírse de su madre, ya que ella no sabía que aquella "insignificante" persona era el gobernante de una de las naciones más poderosas.

La pelinegra solo se limitó a encogerse de hombros, realmente quería descubrir a donde podía llegar todo esto, además era poco probable que le creyeran al decir que su mesero era en realidad el señor del fuego.

Lava: Entre la fuerza de la Tierra y el Fuego. Toph & ZukoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora