Roxanne Black: La hija de Sirius Black

Capitulo 39: Ejercito de Dumbledore

Habian pasado cuatro semanas, habia dejado de conseguirme castigos, estaba haciendo algunas anotaciones, ya que tenia que hacer las pruebas para el quidditch, pronto colgaria el aviso en la cartelera: -¿Que nunca dejas de comer?- pregunto Herms a Ron, en tono gracioso.

-¿Que tiene?- pregunto Ron llevandose una pata de pollo a la boca- tengo hambre-

-Harry- dijo Herms y levante la vista, estaba alli mirandonos, el habia estado algo distante estas semanas.

-¿Puedo sentarme?- pregunto.

-Claro- dije corriendome un poco, el se sento a mi lado.

-¿Pero que es lo que esta insinuando?- escuche la voz de Umbridge gritar, fuimos a donde la voz nos llevo, Harry, Ron y Hermione tambien vinieron, pronto se unieron los demas estudiantes, incluidos los gemelos, Fred se paro detrás mio y me agarro la mano.

-Solo le pido que en lo que respecta mis alumnos, se conforme con las practicas comunes- contesto McGonagall.

-Es gracioso, pero parece que esta cuestionando mi autoridad en mi salon de clases- dijo resaltando la palabra "mi".-Minerva-

-No es asi, Dolores, solo tus metodos-

-Mira querida, cuestionar mis practicas es cuestionar al ministerio y obviamente al ministro mismo, soy una mujer tolerante, pero no tolero la falta de lealtad, tampoco tolerare pequeños insolentes sin darles un castigo- lo ultimo lo dijo mirandome.

Pasaron las semanas y todo estaba cada vez peor, Umbridge se metia en las clases e interrogaba a los maestros, un dia le toco a Snape y fue muy gracioso, una risita se me escapo y me consegui limpiar todos los calderos despues de clases junto a Ron, aunque no fue nada comparado con el castigo que recibi con Umbridge, hace unas semanas, mi furia con Umbridge habia aumentado, una tarde me habia llamado "pequeña mentirosa".

Un mediodia, entre clases se armo un gran alboroto, fui hacia el patio, donde estaban todos, pase adelante de todo, la profesora Trewlaney estaba llorando sentada sobre sus cosas, Umbridge estaba delante de ella sin piedad- Llevo 16 años aqui, por favor no me eche, no me puede hacer esto-

-De hecho, ya lo hice- la profesora Trelawney lloraba a mares.

-Con permiso- me dijo la profesora McGonagall.

-Dejela sin que decir- le susurre y una pequeña sonrisa, aparecio en su rostro.

-Mi- Mi- Minerv- A-

-Ya esta, Sybill, ya esta-

-¿Quieres decir algo querida?- pregunto "amablemente" Umbridge.

-Oh, hay muchas cosas que desearia decirle- contesto enojada, las puertas del castillo se abrieron y alli estaba Dumbledore, parecia muy enojado.

-Profesora McGonagall, escolte a Sybill de vuelta al castillo, por favor- dijo.

-Oh, oh, muchas gracias, muchas gracias, señor, muchas gracias- dijo caminando con la profesora devuelta al castillo.

-Le recuerdo que con respecto a esto, tengo derecho a despedir maestros, el decreto numero 23, lo dice, lo dicto el señor ministro, por si no se acuerda-

-Pero no tiene derecho a sacarlos del castillo- dijo Dumbledore muy serio.

-Por ahora-

Despues volvimos a la sala comun, poco a poco todos se fueron a dormir, solo quedabamos Harry, Ron, Herms y yo:

-Es una horrible gargola- Hermione estaba histerica, asenti euforicamente- no aprendemos a defendernos, conclusion: no aprendemos a pasar los TIMOs, se esta apoderando de todo el colegio- Hermione iba de aca para alla, yo estaba escuchando la radio, Ron y Harry estaban tirados en el sillon.