- Ah... - Trataba de soportar el dolor.
- Sé que duele... Solo resiste un poco más - Repetía el cenizo mientras limpiaba sus heridas.
Aquellas marcas mostraban el trato salvaje de Enji Todoroki a su omega.
Su lobo estaba inquieto. Era poco decir que quería matar a ese maldito viejo.
- Viejo bastardo - Susurró mientras llevaba acabo su tarea - Lastimarte de esta forma...
- No es el único que me ha lastimado - Contestó molesto desviando su mirada del ojirubí.
Ese comentario hizo que se mordiera la lengua.
Sabía que había actuado mal con el pequeño peliverde. Cedió nuevamente a su mal genio y lo lastimó, pero era porque no podía creerle.
Sus celos eran más fuertes y le generaban desconfianza. Aunque, debía reconocer que el menor nunca fue un mentiroso. Jamás le había mentido en todos sus años juntos y era posible que esta ocasión tampoco fuera la excepción.
¿Por qué le costaba tanto creer? Incluso le dijo que aún lo amaba. Su omega aún estaba enamorado de él.
Su lobo, cuando lo oyó, aulló de felicidad, generando que su corazón latiera con más intensidad, volviendo a brotar aquellos sentimientos extraños por el peliverde.
Esos sentimientos que le impedían separarse del omega y que le generaban dolor cada vez que este le rechazaba.
- Ya me disculpé, inútil. No fue mi intención causarte esto - Vendó su brazo - Sabes que jamás te golpearía ni te heriría como él.
- No físicamente, pero si me has lastimado de muchas otras formas - Quitó su brazo una vez que terminó de vendarlo.
- ¡Tch! - Estaba cayendo nuevamente en su enojo - ¡¿Por qué eres tan necio, Deku?!
- ¡¿Yo soy necio?!
- ¡No veo a otro Deku necio por aquí! - Miró a su alrededor - ¡Solo cállate!... Me pones de malas cuando hablas.
Ante eso último, el peliverde con un ceño fruncido amagó para levantarse y fue detenido por el cenizo.
- ¿A dónde vas? - Mantuvo sus manos en las piernas del menor incomodándolo.
- Dijiste que te pongo de malas cuando hablo, así que me retiraba para no molestarte más - Quiso quitarse las manos del mayor, pero este se resistía - Bakugou, ya déjame. Iida-kun debe estar preocupado por mi ausencia.
De pronto se vio nuevamente arrinconado, sentado en aquella taza de baño con la tapa baja y delante suyo el perfecto cuerpo de Katsuki que provocaba que se sonrojara más por tenerlo tan cerca.
El cenizo apoyaba sus manos en la pared impidiendo que el pequeño peliverde pudiera escapar. Lo tenía acorralado como un león a un pobre cervatillo.
-¿Vas a regresar con tu chaperón cuatro ojos cuando tienes toda mi maldita escencia sobre ti? - Una sonrisa ladina se formó en sus labios.
Izuku procesó eso último, quedándose completamente paralizado. Una vez que entendió dichas palabras se exaltó.
- ¡Kacchan, eres cruel! - Se le escapó ese cariñoso apodo en su exaltación - ¡¿Cómo pudiste márcame con tú aroma de esa manera?! - Olfateó - ¡Huelo tanto a ti que parece que me acosté contigo!
- ¡¿Hah?! ¡¿Me culpas a mí, nerd?! - Sujetó sus mejillas con una sola mano - ¡Recuerda que también me marcaste! ¡Apesto tanto a ti como tú apestas a mí!
- ¡Esto es terrible! - Dijo una vez que quitó la mano del mayor de su rostro - Meteré a Iida-kun en graves problemas... S-si Shoto-kun se entera...
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Corazón Salvaje
FanficIzuku Midoriya era el omega de Katsuki Bakugou pero la traición hará que tome la decisión de abandonar a su alfa. Algo inconcebible en su mundo. Un mundo donde los alfas tienen más derechos que los omegas. Comprometido y bajo la tutela del padre de...