Corazón Salvaje

Capítulo 11: Cruel Destino

Los días pasaron como una suave brisa marina.

El regreso del mayor de los Todoroki no causó tanto revuelo como esperaba el omega peliverde. Estuvo tan ocupado con los nuevos inversionistas que no pasó mucho tiempo en la mansión, lo que fue un alivio.

Incluso Keigo, que solía molestarlo la mayor parte del día, se encontraba demasiado enfadado como para entretenerse con sus burlas constantes. Su rutina se había transformado en desayunar afuera, almorzar afuera, cenar afuera y solo volver a la mansión a dormir. No salía sin antes mirar a Dabi con una furia contenida y cuando regresaba hacia lo mismo, lo que llamaba la atención de Izuku.

¿Ocurrió algo durante ese viaje?, se preguntó el omega mientras observaba esa interacción extraña entre ellos.

No era de su incumbencia. Lo sabía, pero en su personalidad predominaba la curiosidad.

Bien dice el dicho, "la curiosidad mató al ratón", dijo para si mismo. Si quería evitar los problemas tenía que no dejarse llevar por su curiosidad.

No tenía tiempo para esos enredos. No ese día.

Era un día importante, porque tendría su primera cita con cierto alfa bicolor.

Aunque a simple vista se vería como un paseo normal para ellos era más serio.

Izuku no profesaba sentimientos de amor por su mejor amigo, pero le daría la oportunidad de cortejarlo. Cuando Shoto confesó sus sentimientos por él, se sintió obligado a intentarlo. Se convertiría en su esposo después de todo, así que lo mejor sería forjar una relación de cariño entre ambos.

Quizás... esto le ayudaría a romper definitivamente el lazo tan fuerte que lo unía a Katsuki.

- Está todo listo - Le comunicó el heterocromático con una sonrisa - Nos espera el vehículo, Izuku.

Deseaba que fuera así, pero en el fondo su lobo extrañaba al alfa cenizo. Su lobo se negaba a aceptar una ruptura.

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Su vida dio un giro de 180° para convertirse en un cuento de hadas.

Observaba la mansión de la familia Bakugou con anhelo. Sería su futuro hogar. El hogar dónde viviría el resto de su vida con el alfa que quiso desde el primer momento que lo vio.

- Señorita Momo, su sonrisa cada vez es más brillante - Dijo la pelirosa con alegría.

- No puedo evitarlo. Siento que es un sueño hecho realidad. El que Bakugou-san me aceptara como su omega...

- El jóven Bakugou quedó maravillado con su belleza. Eso lo sé. Procuré arreglarla ese día de la reunión para que se viera esplendorosa - Levantó su puño orgullosa de que su trabajo diera frutos.

- Temía que me rechazara. En la fiesta no parecía interesarle en absoluto. Ahora entiendo que era solo su personalidad.

- Ese alfa es muy mal hablado. Pero sé que usted señorita Momo hará que se comporte mejor.

- ¿Tú crees? - Rio la pelinegra.

- Después de tener un cachorro estoy segura que se comportará más decente. Además con su amabilidad conquistará su corazón.

- Un cachorro... - Tocó su vientre, imaginándolo - No puedo esperar Mina - Su sonrisa se ensanchó aún más.

Mitsuki observó como aquellas jóvenes reían con ilusión. Se le formó un nudo en la garganta, ya que podía decir con seguridad que su hijo solo hacia esto por el rechazo de Izuku.