INDESCIFRABLE ♡.

1. Noche oscura, alma llena de luz

Tyler Jobs

Nieve.

La oscuridad envolvía toda la calle que aún estaba húmeda por la llovizna del día anterior. La nieve caía suave frente a mí.

Iba caminando en dirección a aquel farol de luz amarillenta que fallaba de vez en cuando. Me abracé a mí mismo cuando una ola de frío recorrió todo mi cuerpo. Luego ajuste mi gorro haciendo que algunos mechones de mi cabello castaño oscuro se escaparan hasta caer a los lados de mi cara.

Llegué a mi destino, justo donde el farol iluminaba con mayor intensidad. A veces me gustaba sentirme con algo de luz en mi vida.

Si.

Soy deprimente.

Entonces algo inesperado ocurrió.

Escuché un ruido que venía detrás de mi. Era un auto blanco con vidrios ahumados que venía a toda velocidad. Instintivamente trate de quitarme del medio de la calle pero se me dificultó mucho al momento en que me resbalé. Levanté la mirada y el auto aún venía con toda velocidad justo a donde yo estaba.

Por suerte me aparte segundos antes de que el auto impactara contra mi, pero de igual modo caí al suelo en un golpe seco.

El auto frenó causando que las ruedas emitieran un sonido agudo y sin más se abrió la puerta.

¿Mi reacción? No hubo reacción. Solo me quedé paralizado.

Salió una chica. Pelirroja de ojos verdes y tez blanca con facciones casi perfectas.

A diferencia de mi ella si reaccionó.

— ¿Estás bien? — me preguntó. Su voz era suave dulce, casi tranquilizante a excepción de su expresión de miedo — ¿Te hice daño? Oh por...

— Estoy bien — la interrumpí, levanté la cabeza y cuando me vio algo pasó por sus ojos.

— Eh... — ella movía sus ojos en todas las direcciones, evitando los míos — ¿Como te llamas?

Supe que estaba nerviosa, pero no entendí ¿Por qué? Digo, no me había ocurrido nada después de todo.

¿Tan mal estaba?

— Soy Tyler Jobs — me levanté con todas las fuerzas que tenía — ¿Tú?

— Yo soy... Tammy Brooks — se acercó hasta estar a unos pocos centímetros de mí — siento mucho las circunstancias en la que nos hemos conocido Tyler.

— Tranquila, Tammy — tome su mano sin darme cuenta y rápidamente la solté — igual yo no debería de andar por ahí en las calles y mucho menos con esta nevada.

Ella asentía mientras yo hablaba y luego me di cuenta de que mi labio inferior sangraba.

Con mi dedo pulgar aparte la sangre y ella soltó una risita nerviosa.

— Creí que no te habías dado cuenta.

Y sin que yo me lo esperara, puso su dedo índice sobre mi labio y sus ojos verdes cayeron sobre los míos azules, sin pensar, en un impulso aparté un mechón de cabello rebelde que se escapaba de su perfecto moño. Me di cuenta de que trago saliva y quité mi mano.

— Si... Me acabo de dar cuenta — dije torpemente — pero gracias.

Ella seguía sin quitar su dedo de mis labios. Cuando de un sobresalto lo quitó y se puso aún más nerviosa.

— Bueno creo que debo irme — susurró casi para ella misma — ¿Te llevo a tu casa?

Dudé un momento pero al final terminé accediendo porque ya era más de medianoche y mi madre se molestaría mucho si llegase más tarde.