XOXO | jinson

CAPÍTULO CUATRO

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JINYOUNG

Bueno. Eso es lo más vergonzoso que me ha pasado.

Jackson había tratado de salvar la situación, pero había sido demasiado claro que no me había creído cuando dije que tenía un novio por la forma en que había reaccionado.

Y, para ser justos, no lo tenía.

Pero aun así, no me sentí muy bien al tener tan claro que nadie en el mundo pensaba que alguien querría salir conmigo.

Honestamente, tal vez Jackson era lo que necesitaba. Quizá si hubiera visto a JunMyeon al principio de nuestra relación, le habría echado un vistazo y habría dicho: “JinYoung, es imposible que ese tipo esté realmente interesado en ti”.

Tal vez necesitaba un mini-Jackson en el bolsillo en todo momento, para que pudiera pinchar mi autoestima en cualquier momento que fuera demasiado alta.

De alguna manera, el hecho de que Jackson y yo tuviéramos esa conversación en mi habitación lo empeoró aún más. No hay nada como hablar de tu vida sexual mientras estás sentado en la cama nido de tu infancia, con la misma funda nórdica de la nebulosa espacial que elegiste cuando tenías diez años extendida sobre ella, para recalcar lo perdedor que eres.

Técnicamente, Jackson y yo no estábamos hablando de sexo. Sólo de aplicaciones para ligar. Pero eso ya era bastante malo.

Y luego había ido y lo había acosado sexualmente, haciendo comentarios espeluznantes sobre sus abdominales, solo para añadir la guinda al pastel. Como si darle like a su estúpida foto en Instagram no fuera suficiente. Si no se había dado cuenta de que estaba obsesionado con él antes, estaba bastante seguro de que mis acciones en las últimas veinticuatro horas se habían encargado de eso.

Y todo fue tan raro. Estaban todas esas pausas en nuestra conversación, en las que parecía que había algo que quería preguntarme pero que no se atrevía a decir en voz alta.

“Oye, amigo, no quiero ser pesado, pero ¿crees que podrías dejar de babearte por mí digitalmente y además no volver a hablarme nunca más durante el resto de nuestras vidas?”

Bueno, mensaje recibido. Alto y claro.

Me fui a dormir esa noche más malhumorado de lo que estaba antes de que apareciera Jackson, y me desperté el sábado todavía desconcertado. Tenía la casa para mí cuando volví de dejar el disfraz de oveja a JaeBeom. No era algo que ocurriera muy a menudo, pero mis padres eran profesores y ambos estaban de un lado para otro haciendo cosas de fin de semestre, y luego iban a una fiesta de Navidad de la facultad.

Vivir en casa y no tener veintiún años significaba que no era un gran bebedor. Pero la visita de Jackson de la noche anterior me había dejado descolocado, así que decidí darme un capricho con un poco del soju que mi madre guardaba en el congelador y mezclarlo con el yakult casero de mi padre. No era la mejor mezcla (faltaba Sprite), pero servía.

DoYoung me envió un mensaje de texto justo cuando me estaba acomodando para ver —¿qué más?— The Golden Girls por sexagésima vez.

DOYOUNG: ¿Sabes lo que necesitas? Necesitas un tipo nuevo. Alguien que te distraiga de JunMyeon.

Él siempre hacía eso. Me enviaba un mensaje de texto de la nada como si estuviéramos en medio de una conversación. Sorbí un poco más de soju-kult y le respondí.

JINYOUNG: ¿Esa es tu solución? ¿Saltar directamente de una relación a otra, antes de que haya procesado la primera?

No estaba seguro de que emborracharse y ver repeticiones remasterizadas de una serie que podía citar de memoria contara como procesar mi relación, pero bueno, todos sanamos de forma diferente.