¿Y si Naruto no fuera el único que tiene sellado un poderoso monstruo?
¿Que pasaría si lo compartiera con alguien más?
¿Que pasaría si Naruto y Sakura fueran odiados por la aldea al ser iguales debido a que tienen poderosos monstruos sellados en su...
— Se le hizo tarde — dijeron Naruto y Sakura claramente disgustados que veían por los pasillos esperando a su nuevo maestro.
Sasuke, Sai y Karin se encontraban dentro del salón también esperando.
— Naruto, Sakura mejor siéntense — les llamó la atención Karin
— No queremos ¿Cómo es posible que nuestro maestro sea el único que llegue tarde? — se quejó Sakura
— Estamos listos de veras — asintió Naruto de igual manera — Los otros grupos ya conocieron a sus nuevos maestros y ya tuvieron una aventura o algo así e Iruka sensei igual fué.
— Ya lo sabemos — alegó Karin sin mucha importancia pero algo llamó su atención
Ella alzó la vista para ver qué el rubio y la pelirrosa de nuevo pensaban hacer una travesura, no por nada le contaron a ella como los dos siempre hacían travesuras para divertirse y llamar la atención de todos.
— Oigan ¿Que están haciendo? — cuestionó de mala gana, los dos pelinegros también los veían sin mucho interés
Los dos reían entre dientes ante la travesura que estaban por hacer, la pelirroja se acercó a dónde ellos estaban con la intención de regañarlos.
— ¡Naruto, Sakura!
— Éso se saca por llegar tarde ¡Sorpresa!
Justo arriba de la puerta el rubio y la pelirrosa habían puesto un borrador.
— Nuestro maestro es un jounin, un ninja de élite, ¿Creen que caerá con eso? — cuestionó ésta vez Sasuke sin moverse de su lugar
— Apoyo a Sasuke, no creo que nuestro maestro vaya a caer en ese truco barato — opinó Sai.
— Sai por favor, no lo apoyes, sólo dejen divertirnos — protestaron ambos sin dejar de reír.
— Están buscando problemas, saben que no deberían hacer éso, además Sasuke y Sai tienen razón, son un par de tontos Naruto y Sakura — los regañó la pelirroja
Pero en ése momento la puerta se abrió, dejando ver un rostro, bueno apenas, ya que aquella persona parecía tener la mitad de la cara oculta, por lo cual al entrar el borrador cayó encima de su cabeza causando que el rubio y la pelirrosa se rieran de él.
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— ¡Le dimos! Cayó redondito — decían ambos riéndose del mayor
— ¡Dió en el blanco! — asintió la pelirrosa
— Lo siento sensei les dije que no lo hicieran pero ellos nunca escuchan, yo jamás haría una cosa como ésa — los justificó la pelirroja mostrándose apenada
— Pues si cayó en ése truco barato — se sorprendió el pelinegro
— ¿Realmente ése sujeto es un jounin? — cuestionó el otro pelinegro mientras el mayor recogía el borrador.
