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Las calles empezaban a cobrar vida, la gente se apresuraba a sus trabajos sin siquiera mirar a Katerina. Ella estaba alucinada; pero, sobre todo mareada. Desde lo alto del bosque había visto como la cuidad crecía y evolucionaba a ritmo acelerado, pero verlo desde dentro vivir el pueblo era completamente diferente; cualquier cosa era capaz de distráela y asombrarla por eso tardaban el triple de lo normal en atravesar las calles.

Aunque estaba preocupado por poder encontrar un lugar en el que esconderse entendía lo que debería sentir la chica, realidad no lo sabía ni siquiera la chica sabía con seguridad como se sentía.

- es todo tan... nuevo – dijo mirando como una mujer trajeada devoraba una hamburguesa sin enterarse al parecer de que estaba poniéndose perdida.

- es que estamos en las afueras; el centro sí es antiguo, pero supongo que no tanto- murmuró el castaño mientras buscaba una alternativa para que su amiga no estuviera tan confundida.

- supongo que no – dijo mientras admiraba una televisión que se mostraba en un escaparate; fascinada por los colores brillantes que mostraba.

- ¿te importaría pasar por la biblio? –

- ¿biblio? –

- teca, biblioteca; tienen libros – intentó explicar

- ah; sí lo que tu digas –

Mantuvieron un silencio incomodo hasta llegar a la biblioteca.

despues de mucho tiempo sin subir ._.

el ultimo lugar al que pertenecerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora