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*mucho antes*(otra vez)

Katerina y Anais estaban tumbadas en la hierba tapadas por una pequeña manta junto al rio mientras comían y charlaban animadamente. en muy poco tiempo se habían hecho muy cercanas y se pasaban día y noche juntas.

el sol bajaba por el horizonte dejando un agradable tono anaranjado a todo lo que iluminaba con la escasa luz que había a esas horas la pelinegra estaba embobada con los reflejos del agua mientras Anais se centraba en las pequeñas motas doradas que se podían distinguir si prestabas la suficiente atención en los ojos de su amiga.

en un intento de seguir con la conversación giró su cabeza hacia la pelirroja quedando sus rostros a muy poca distancia haciendo que ambas se sonrojaran, pero ninguna de ellas se separó. Kat empezó a sentir en su tripa las famosas mariposas de las que cualquier artista había hablado alguna vez; sus manos sudaban y le era imposible apartar los ojos de los labios. Sin darle importancia a su sonrojo entrelazó sus dedos dulcemente sin poder si quiera articular una palabra, pero eso no parecía necesario.

Anais rompió el poco espacio que las separaba en un dulce y largo beso subiendo la mano que tenía libre a la mejilla contraria para acariciarla sutilmente.

se separaron por falta de aire disipando la sonrisa de la pecosa.

- ¿q-que pasa? – preguntó entre preocupada e insegura

impotente y frustrada la mayor dejó escapar un par de lágrimas

- de verdad daría toda mi vida por poder estar contigo – apretó el agarre de su mano -pero es más importante tu seguridad –

-Anais que es lo que pasa me estas asustando- miraba a sus ojos desesperada por saber que pasaba por la cabeza de su querida pelirroja

-sabes lo que esta pasando en el pueblo de sobra Katty- dijo mientras clavaba la mirada en el suelo – no puedo protegerte de algo así. si pudiera en, otra vida; no me separaría de ti pero, por eso tengo que dejar que te alejes de mi- una lágrima solitaria caía por la mejilla de la pelirroja – si te hicieran daño por esto; jamás podría intentar ser feliz contigo sabiendo el peligro que añadiría a tu vida- se levantó dejando a Katerina sin habla con la vista fija en los pies de su amada alejándose -y-yo te quiero Anny- dijo en un susurro con un gran vacío en el pecho.

la chica desolada y sintiendo la mayor soledad de toda su vida empezó a llorar descontroladamente; la noche se empezaba a hacer cada vez mas evidente mientras el mar de lágrimas que brotaban de los jóvenes ojos de Katerina no tenía tiempo para secarse, entre los revolucionados sentimientos de Katerina empezó a sentir la sensación de una mirada sobro sus hombros haciéndola girarse. Ahí se encontró con el hombre que la dio la vida mirándola desde la lejanía.

-pa-papa? - era la primera vez desde sus cinco años que decía eso con algo de ilusión, necesitaba que alguien le dijera que no había hecho nada malo-Anny se ha ido; se ha ido en el peor momento, yo la quería y no he tenido la oportunidad de decírselo - hecha un ovillo escuchaba las pisadas de el pesado calzado de su padre hasta sentir como sus piernas se entumecían debajo de las botas llenas de barro del mayor.

- ¿qué h-ha? – la pelinegra seguía llorando descontroladamente esta vez con aún más razón.

- tenías razón; deberías haber muerto junto a tu madre, pero eso se puede enmendar- lo último lo decía con una sonrisa macabra.

- se puede ¿enmendar? – la última gota de esperanza se reflejó en su voz haciéndola más suave.

- una anormal no será parte de esta familia- dicho esto se volvió a alejar de la chica dándole un empujón tirándola al frio suelo-

entre los árboles se seguía escuchando su voz – tenías razón a mi niña le pasa algo en la cabeza, tenéis mi permiso para acabar con este dolor de cabeza- Katerina sintió como una bala rozaba su brazo activando su instinto tenía que correr lo más lejos posible y así lo hizo. Sus piernas no estaban en condiciones de una maratón en eso momento, pero literalmente se jugaba la vida. Asustada fintaba entre los árboles esquivando las sombras de sus asesinos hasta que se topó con alguien a quien creía perdida.

- ¿Anny? –

- Katerina ¿sigues aquí? -la contraria asintió

- ¿también te buscan verdad? – estaba realmente preocupada

- ¿los de esa estúpida hermandad? claro que lo hacen – intentaba no sonar lo asustada que estaba

la pelinegra quería hacer un millón de preguntas más; o simplemente hablar con ella, pero al sentir como la agarraban por la cintura llevándola hacia atrás sintió la necesidad de acortar las palabras

- ¡CORRE NO TE PREOCUPES POR MI CORRE! – sintió como tapaban su boca

- ¿mama? -Anais estaba paralizada y en su rostro se veía el horror que sentía; pero la pecosa fue capaz de reaccionar y empezó a dar golpes sin fuerza a su madre mientras lloraba- ¿Por qué porque por qué? - la chica fue apartada por otro hombre mientras Katerina se veía empujada en dirección al lago en el que estaba llorando hace unos instantes.

al llegar la madre de su amada puso una mano en el blanquecino cuello de Katerina – este es tu castigo por cambiar a mi hija bruja –

empujó su cuello hasta hundir su cabeza en el agua dejando a la pequeña sin poder respirar mientras de fondo la desgarrada voz de Anais gritaba – ELLA NO MATADME A MI SI ES NECESARIO, PERO DEJARLA VIVIR – al ver que no la iban a hacer caso decidió que antes de ver el último aliento de su amada tenía que sincerar la que no pudo decir durante la puesta de sol – TE AMO KATTY; NO SABES CUANTO – dijo hasta romper en un llanto incontrolable sin consuelo.

los últimos dolorosos y angustiosos segundos de vida se los gastó luchando por respirar maldiciendo al agua por no dejarle saber a Anais que se sentía de la misma forma; hasta que su inaguantable dolor el cráneo era demasiado para ella obligándola a abrir la boca dejando a la sucia agua del rio invadir sus pulmones cesando su dolor; ahogándola y acabando prematuramente su vida.

Un poco sad pero bueno
Gracias por leer espero q os guste UwU

Si tenéis recomendaciones dexidmelas pls

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