Un Zorro y un Dragón Bebé de un Oso 3

754 31 10
                                    

Los días, las semanas iban pasando, durante ese tiempo, ha habido mucha paz y tranquilidad, tanto en el Reino, el pueblo, y Los 7 Pecados Capitales por supuesto.

Ban y Meliodas poco a poco se estaban acostumbrando a su nuevo entorno, a su «ayuda» con el abdl y King siendo su cuidador.

Ban, para evitar decir groserías y ser azotado, siempre tenía un chupete puesto en la boca y gritar internamente todas las groserías que quisiera.
Ambos se iban acostumbrando a esto, bueno.... al menos Ban, ya que para Meliodas, todo era muy nuevo, como si nunca en la vida hubiera visto como tratan a un bebé, lo que le dan de comer, etc.
Pero, eso no quería decir que no pudiera jugar con Ban.
Meliodas enfrente de Ban pretendía que todo estaba bien, jugaban y se divertían juntos, como los mejores amigos que son.
Sin embargo, cuando Meliodas estaba solo, se ponía triste, viendo todo a su alrededor.
Le daba algo de miedo por un lado, pero por otro, simplemente no reconocía nada, nada de lo que tenía ahora lo había visto ni tenido.

Esto obviamente lo notó King, así que decidió hablar con Meliodas al respecto.

Un día normal y tranquilo, King fue a ver a sus bebés en su habitación.
Ambos chicos se encontraban ahí dibujando en el suelo.

King: Veo que se están portando muy bien y les está gustando esto.
Oye Ban, ¿quieres unas galletas?
Ban: Sii, galletas.
King: Muy bien.
Meliodas: ¿Yo también puedo comer galletas?
King: Claro que puedes Meliodas, pero primero, debemos cambiarte el pañal.
Meliodas: ???

Ban salió de la habitación llendo muy feliz a comer galletas, mientras que King y Meliodas se quedaron en la habitación.

Meliodas: Pero no me he mojado el pañal.
King: Lo sé Meliodas, sólo lo dije para que Ban se fuera.
Ahora, necesito hablar contigo pequeño.

King se acerca a Meliodas y se arrodilla para estar a la altura del rubio.

King: Meliodas, ¿qué sucede? Últimamente te he visto un poco raro, como si... nunca hubieras visto nada de estas cosas lindas...

Hubo un momento de silencio en la habitación. Meliodas pensaba en lo que iba a decir y explicarle a King al respecto de eso.

Meliodas: Bueno.... la verdad es que...
Yo nunca.... nunca tuve nada de esto cuando era un bebé....
*lágrimas salen* Nadie me había dado juguetes.... nadie me había dado comida deliciosa.... nadie me había dado almohadas cómodas para dormir...
*snif* Mucho menos peluches....
Yo jamás tuve nada de esto en mi infancia....
Sólo era pelear... entrenar... y ser más fuerte...nada más.....

Meliodas no pudo aguantar más y empezó a llorar al respecto.
King miró con mucha lastima a Meliodas, sabiendo ahora la verdad.

El oso tomó al dragón, abrazandolo y consolandolo.

King: Ya no llores más Meliodas, ahora sí puedes tener todo eso y más.
Ahora sí puedes ser feliz.
Yo sólo quiero darte una mejor infancia, a los 2.

King le limpió las lágrimas y los moquitos a Meliodas, y lo hizo sentirse mucho mejor.

King: Yo sé que es difícil, pero créeme, tu nueva infancia será tan feliz y tan buena que olvidarás esa mala infancia que tuviste, ¿sí?

Meliodas asintió con la cabeza, dejando de llorar y sintiendose mucho mejor.

Meliodas: Tienes razón.
Gracias.
King: Lo que sea por mi pequeño dragón. Te quiero mucho Meliodas.
Meliodas: Yo también te quiero mucho King.

Ambos se dieron un hermoso y tierno abrazo, haciendo que el dragón le sacara una sonrisa en el rostro.

King: Ahora, qué tal si vamos a comer galletas, ¿te parece?
Meliodas: Sí, vamos.

King tomó a Meliodas y lo cargó, llevándolo a la cocina con Ban a comer ricas galletas de chocolate con chispas en ella.

Nanatsu no taizai in abdlDonde viven las historias. Descúbrelo ahora