"No te enamores"

"Tengo que contarle..."

Habían pasado dos días desde que zee recibió la extraña llamada de mark, no quería alterar a perth respecto a la noticia pero era necesario, y ya estaba listo, solo tendría que pasar 5 días más con el y listo, nada de esto pasó.

Estaba tan sumergido en sus pensamientos, que ni siquiera se dio cuenta de que alguien lo miraba.

no hasta después de 5 minutos que noto la intensa mirada de perth sobre el.

- Perth? Pasa algo? - pregunto volteandolo a ver.

- Más bien tendría yo que preguntarte "a ti que te pasa?" no tu a mi - se cruzó de brazos.

- Que? Por qué? A mí no me pasa nada...- río nervioso.

- Oh claro que sí...- dijo serio - has estado pensativo dos días, lo cual es mucho contando que tú siempre me hablas para contarme algo y así desahogarte - lo miro fríamente.

- Escucha perth...- suspiro - ahora no es buena idea que te lo cuente, si? Tal vez en otra ocasión...- iba a levantarse de la cama cuando...

- Espera! - hablo jalandole del brazo - este es muy buen momento para que me cuentes que te sucede...- dijo acercándose.

- Mira, te acuerdas de aquel chico que me contaste que vino a buscarme? - pregunto haciendo que perth asintiera.

zee se estaba poniendo cada vez más nervioso, sin contar que la mirada fría de perth seguía sobre el.

- aja, que con el? - pregunto seriamente un poco irritado.

- El...- no sabía ni como empezar - Su padre...necesita de mi ayuda, quiere que vaya a una sucursal cerca del aeropuerto, pero tiene que ser dentro de una semana, osea este domingo, y...- tomo aire - regreso dentro de 5 años - bajo la mirada. Es cierto que zee puede ser muy idiota, pero estaba preocupado, dejar a perth solo? Que? Y cuando tiempo iba a ser necesario para no deprimirse de alejarse del amor de su vida.

- Que!? - gritó perth soltando su agarre bruscamente, arañando ligeramente el antebrazo de zee.

- Oye oye! Tranquilizate, si? - dijo tomando nuevamente su mano.

- Como quieres que me tranquilice zee!? Te vas 5 años dejándome solo y lo dices con una tranquilidad como si no fuera nada! - gritó furioso.

- Mira, mark dijo que si apuraba todo esto, podría volver incluso en 7 meses, pero dame tiempo, necesito tiempo perth...comprendes? - dijo tratando de calmar a perth.

- Bien, pero que quede claro, que si tardas mas de 5 años, pateare tu trasero cuando vuelvas, "comprendes"? - dijo sarcásticamente sin quitar su cara de molestia.

- Tranquilo, volveré, okey? Lo prometo - lo abrazo.

- Está bien...- dijo sin mirarlo, aún apegado a aquel cómodo abrazo que se le ofrecía.

Era cierto, perth no quería que se fuera, pero no podía evitarlo, era trabajo, zee tampoco podía quedarse aunque quisiera.

Ambos destinos así los querían, no? Separados...

Ya hace 4 meses que zee se fue, perth lo acompaño hasta la estación de tren, donde se estuvieron despidiendo un buen rato en lo que llegaba aquel tren.

Flashback

Hacía frío, era temprano y iban de camino en un taxi hacia la estación de tren más cercana de la ciudad, ahí recogerían a zee, y se despedirán, tal vez no para siempre, pero si por un buen rato.

Ahí estaban, abrazándose uno al otro, junto a más personas que esperaban el tren, que los llevaría justo a la Corea del sur, Seúl, y vaya que era muchas personas.

- prometes enserio volver? - pregunto mientras volteaba para verlo.

- Claro que lo prometo, cielo, cuántas veces te lo voy a repetir? - sonrió delicadamente.

- ¡No me llames cielo, zee! - hizo un pequeño puchero con sus labios.

- Te llamo como quiero, cielo...- dijo en un tono burlón. Era cierto, tal vez no era novios de verdad, pero se tenían un gran afecto como si lo fueran, aunque no estaban para bromas, aún así, perth inconscientemente soltó una pequeña risita, que fue suficiente para hacerlo sonreír a el también.

Zee estaba nervioso, el guarda tu secreto, necesita decirle a perth, pero dejo todo para el último momento, como siempre...se lo dijera o no, perth lo estaría odiando toda si vida y con todas aya fuerzas hasta morir.

Le dolía pensar en tan solo el hecho de que perth se alejara de el, para siempre...

La pequeña vocesita de perth llamándolo lo saco de sus pensamientos. "Zee?" "Zee!" "Zee te estoy hablando!"

– Eh? – pregunto desconcertado.

– Llevas 5 minutos pensando, estás bien? Si estás pisando la tierra o estás volando en Marte? – dijo con los brazos cruzados.

– si, estoy bien...– dijo inseguro.

Zee de verdad tenía que encontrar la manera de decirle a perth, sea como sea, no quería ocultarle el secreto a su mejor amigo.

Su mejor amigo...

Esa palabra le resonaba en la cabeza, día tras noche, y noche tras día, ¿mejor amigo? ¿Esto era amistad?

Ahora mismo tenía una debate, si no fuera por qué perth de nuevo lo saco de sus pensamientos.

– Zee, estás muy distraído hoy, seguro que estás bien? – preguntó tocándole la frente por alguna extraña razón. Por impulso, beso a perth, dejándolo un tanto sorprendido, no tardó mucho en devolverle aquel beso, más bien, corresponderle, necesitaba sentir esos labios, esos labios rojizos que tanto amaba, que amaba besar.

La gente comenzó a mirarlos, unos con repugnacion, otros con sorpresa, otros si quiera los miraban a ver, solo los ignoraban pasando hablando por si teléfono o platicando.

Pero a zee no le importaba la gente, no en un momento como este, ¡A la mierda con la gente!

Quién necesita de una aprobación de alguna persona si podía estar besando a su...pareja?

Se separaron del beso al oir el sonido del trend y sentir las vías vibrar.

Aquel sonido que dejaba atónito a perth, era su despedida, tal vez no para siempre, pero si por un largo largo tiempo, su última despedida quizás?

Zee se alejo de aquel ser lleno de pureza sin saber las verdaderas intenciones que zee tenia otras intenciones en contra de el, por ejemplo, una vez terminado aquel estupido juego que el empezó, lo terminaría fuera como fuera.

Ahora estarían lejos un largo tiempo, que para perth sería eternidades, ni modo uno tiene que acostumbrarse a aquel dolor en su vacío presente en su corazón.