"No te enamores"

"Recuerdos"

– Mami! – gritó el pequeño niño lanzándose a sus brazos mientras la pequeña señora lo cargaba

– Mi bebé! – gritó de felicidad

«Dolor...»

– Mami! Papi viene otra vez borracho! – decía asustado

– Mi pequeño perth, nunca nadie te hará daño mientras yo esté aquí...– sonrió mientras acariciaba la cabezita de su pequeño bebé

«Por favor déjame...»

– Zee! Mami no está! Vienes a jugar? – dijo el pequeño niño

– Perth! Mi pequeño amigo, tu sabes que siempre te voy a decir que si..– abrazándolo mientras depositaba un beso en la coronilla del niño

– Gracias zee, eres mi mejor amigo...– dijo pegado a su pecho

«Recuerdos dolorosos...»

– Mami no! – gritó el pequeño niño asustado

– Quédate ahí, perth! No te acerques! Por favor! – gritaba la madre desde el suelo tirada con un hombre dándole de cintironasos

– Pero mami! – gritaba asustado queriendo acercarse

– No te preocupes amor, solo cierra tus ojos y cuenta hasta 10, cuando los abras, solo corre y no mires atrás, okey? Yo estaré ahí contigo...– sonrió tiernamente mientras el hombre sacaba una pistola y apuntaba a su cabeza

– Si, mami...– entonces...cerro los ojos
1
“Estare bien...”

2
“Mi mami vendrá conmigo...”

3
“No pienses en nada feo, todo estará bien...”

4
“Tranquilizate, perth...”

5
“Mami está ahí...”

6
“Papá no hará nada si yo estoy aquí, el no me hará nada...”

7
“Esto es un sueño...”

8
“Todo esto es parte de un sueño horrible, no está pasando en verdad!”

9
“Solo recuerda lo que mami te dijo un día...”

10
“Mi pequeño perth, nadie te hará daño mientras yo esté aquí...”

Un estruendo fue todo lo que se escuchó en aquella casa, sabía que era el momento de correr y no mirar atrás, como su adorada madre le dijo, sabía que el vendría por el, y no tenía escapatoria, o al menos eso creía el...

« Aléjate...!»

Corrió lo más que puedo, pero...rompió la regla, la única regla que había, volteo atrás y vio lo que jamás imaginó ver, su madre, derrumbada en el suelo, sangrando...

Se escondió bajo unos arbustos que se encontraban por ahí, esperando a que el padre se fuera, entro rápidamente a la casa donde el cuerpo de su madre ya hacía fallecido

– Mami! Mami! – gritaba el pequeño niño moviéndola para que despertara, con lágrimas en los ojos, acudió al único lugar en la tierra en donde se sentía seguro, su mejor amigo...

Tan rápido como llego, tocó la puerta, el timbre, las ventanas, todo lo que hubiera cerca para poder llamar la atención.

Zee salió apurado viendo a su pequeño mejor amigo llorar desconsoladamente, o al menos eso parecía si no fuera por qué aguantaba sus lágrimas de dolor.