"Rumores"

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Zee se encontraba fumando un cigarro dentro de la habitación, con un perth entre sus brazos, una parte de la cintura de perth, era sostenida por el brazo fuerte de zee, mientras que con la otra sostenía el cigarro.

Pero por otro lado, perth se encontraba dormido con su cabeza recostada en el pecho inflado de zee, mientras que zee estaba recostado o más bien sentado con la espalda sobre la cabezera de la cama.

– ay perth, como desearía tenerte conmigo en este momento, ojalá que pudiera estar así contigo siempre, pero...– una inundación de agua salió por sus ojos y con la voz entre cortada habló – simplemente no puedo, ojalá lo puedas entender – dijo admirando al pequeño en sus brazos que dormía plácidamente sin preocupación alguna en si rostro

– Yo...te perdonó – susurro para después seguir durmiendo. Creyó que tal vez no lo habría escuchado que era su intención desde un principio, pero oh por dios, que equivocado estaba, zee había escuchado todo, aquellas simples palabras que lo hicieron sonreír pícaramente ante la respuesta maravillosa de perth.

Apagó el cigarrillo, miro a perth una última vez, quien llevaba un suéter color crema, o color durazno que brillaba, que también cubría parte de sus muslos y piernas, dejando a la luz, un poco de piel que para él, era perfecto, y unas media blancas largas, con detalles de tela sobresaliente y una flor en cada una que formaban parte de la braga que llevaba puesta por debajo.

Por obvias razones, aquel simple suéter por más caliente que pareciera, no cubría al completo el cuerpo de perth, dejándole temblar de frío.

Zee se quitó su saco y se lo coloco a perth, se veía tan jodidamente perfecto sobre si cuerpo, perth en ese entonces dejo de temblar cuando sintió unas manos en su cintura y una respiración poco acelerada sobre su cuello.

– Te amo, perth...– Soltó para después quedarse completamente dormido.

A la mañana siguiente, perth despertó, como de costumbre, solo.

Al parecer zee lo había abandonado nuevamente, no importaba, sabía que era necesario y ya estaba acostumbrado.

Fue su sorpresa en ese momento ver a zee entrar con el desayuno en la mano, zee sonrió y se acercó al ver a perth ya levantado.

Perth se sonrojo al verlo, aún llevaba la camisa de ayer pero más arreglada, se sentó mejor en la cama tomando la bandeja.

– Tu...preparaste todo esto...para mí? – pregunto sorprendido.

– Pues tuve algo de ayuda, te gusta? – sonrió

Perth metí un bocado a su boca y sonrió asintiendo.

– Nunca había probado un desayuno tan delicioso, zee...– dijo sonriente, sonrió depositando un beso en la cabeza de perth. Haciéndolo sonrojar de vergüenza.

– No hagas eso...– escondió su rostro en el pecho contrario

– Que? Por qué? – río

– Me pones nervioso...– Confesó haciendo sonreír a zee, quien lo abrazo fuertemente haciendo que esté se acercara

Zee se prometió ser mejor pareja para el futuro, no importaba que, lo sería quiera o no, para ya no perder a su querido perth.

Claro que el no sabía que perth tenía novio, bueno, al menos eso fingía

"No te enamores"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora