"Corto"

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Saint llegó a su casa(departamento) y se sorprendió al ver a un chico sentando en la sala.

Quién molestamente se levantó guiándose por la poca luz que la ventana daba, se paró frente a el de forma inesperada.

El chico más bajo, solo pudo encogerse en su lugar cerrando sus ojitos con miedo, hasta que esa sensación de intensidad mala se diez sintiendo como sus labios eran presionados dulcemente.

– Que te quede claro, que aquí, quien te perteneces y le perteneces, soy yo...– dijo para luego besarlo nuevamente intensificando más el beso, y mientras esperaba alguien empujón de este chico gritándole que que le pasaba – cosa que nunca ocurrió – lo levanto sin darse cuenta, de sus muslos, y cuando menos se dio cuenta, ya estaban en la habitación.

Seh, se conocen hace poco y ya cogen...

– Ahhhhh~ ah-ahhhh~ – gemia al compás de las embestidas que cada vez aumentaban más su velocidad por cierto.

Mew aceleraba su ritmo, sudando, mientras el otro cerraba sus ojos y gemia con placer, en un movimiento ágil y astuto, giro a Saint sin salir de el y sin parar sus fuertes embestidas.

Saint mordía la almohada mientras un suave suéter blanco devoraba su piel, con una pulsera para pierna

(Dato, no se o más bien no me acuerdo cómo se llaman como las tipo pulseras que van en las piernas)

Y unas medidas largas y negras se pegaban a su piel por el sudor al igual que su pelo.

La almohada ya estaba tan mordida y babeada por la linda y sucia boca de Saint, quien comenzaba a llorar, y no necesariamente del dolor, solo tenía su mente en mew, solo en mew, y le dolía el hecho de que tal vez nunca podrían estar juntos oficialmente, pero esos pensamientos se iban a dar que mew le daba una buena embestida, mientras su polla chorreaba pre-semen avisando que se vendría en cualquier momento.

– No sabes lo que difícil que es...tener que verte con ese idiota de zee, mientras yo sostengo mi polla por no venirme ahí mismo con tan solo verte, y no necesariamente de sexo...– trato de contener dificultosamente sus gemidos roncos y graves – Te amo, Saint...– confesó, pero el pequeño Saint estaba tan perdido en el placer que él le causaba, haciendo que la baba saliera por sus comisuras, secándose al poco rato, que no lo escuchabas o al menos eso creía

¡Diablos, es muy difícil hacer que Saint deje de pensar en el idiota y asqueroso de zee!

Pensó una vez Saint se había quedado completamente dormido en su pecho, con el suéter y las medias aún puestos, mientras tanto, mew no lograba conciliar el sueño, pero ver a Saint, a su pequeño compañero dormir plácidamente, solo sonrió, complacido de por lo menos haberle dado una noche increíble a Saint – y no es por presumir, pero sus habilidades eran extremas – aunque no siempre funcionaban en todos

"No te enamores"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora