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[M.I]

"Por Dios, ya no aguanto"

La ceremonia desde hacía rato que dio inicio y con ello mis ganas de vomitarle en la cara a Tenko y salir corriendo de aquí.

Traté de convencer a mamá de que estaría bien, pero no lo estoy. Estoy temblando de miedo e impotencia, la mano de Shimura sobre la mía solo reafirma la peor decisión que he tomado en mi vida.

Sé que dije que haría lo que fuera por mi madre, y lo sostengo, pero no quiere decir que no sufra en silencio de las repercusiones de ello.

Siempre soñé con este día, me habría gustado que mi pareja se vistiera de blanco igual que yo. El lugar lleno de Lilis, mis favoritas. Todos nuestros amigos y familiares prescenciando el que se supone debe ser el día más alegre de mi vida.

Pero la vida es muy cruel.

Tenko no duda en cada oportunidad de intentar tocar por debajo del borde de mi saco blanco, claro que me las ingenio para que no lo haga.

"Asqueroso..."

No creas que te escaparás de mi esta noche, dulzura. Quieras o no ya estamos a unos minutos de que seas completamente mío. —Susurró para después soplar en mi oído, enviando una señal de alerta a mi cuerpo.

"Basta..."

Solo presta atención al padre.

"Alguien..."

Se encogió de hombros y siguió mirando hacia el hombre que dirigía la celebración, quien me miraba de reojo.

"Por favor, al menos usted dése cuenta de que estoy siendo obligado"

—Pónganse de pie por favor.

"No, Dios mío. No por favor"

—Es momento de recitar los votos matrimoniales.

"Ayuda, por favor..."

—Yo, Tenko Shimura, te acepto a ti mi amado Izuku Midoriya para amarte y respetarte todos los días de mi vida...

"¡No sigas, de tu boca solo escupes mentiras!"

Sus votos, los mios, la celebración, todo es una vil mentira. Una mentira a la que tendré que convencerme de ser ahora mismo una realidad.

Ya no escucho a nadie, solo me escucho repetir como un robot mi supuesta promesa de amor eterno hacia un hombre que aborrezco.

"Por favor, alguien..."

—Si hay alguien que se oponga a esta unión, que hable ahora o calle para siempre.

"¡Alguien sálveme!"

De golpe alguien patea la puerta de la entrada, robándose la atención de todos los presentes. Trae en mano un ramo precioso de Lilis, mis favoritas en todo el mundo. Los guardias hacen señas a Tenko, igual de confundidos que todos los invitados.

Tiene en su mejilla derecha una mancha grisácea, una camisa negra con las mangas dobladas a sus codos, un pantalón igualmente negro.

—¿Quién demonios es él?

"Mi pase de salida"

—¡Amado Gogo! ¡Sabía que vendrías por mí!

—¿¡Qué yo QUÉ!? —El chico rubio me mira con su ceño fruncido, mirando confundido a todos.

"Si duda lo sacarán de aquí, es mi único chance de huir de aquí"

Sin dudar me solté del fuerte agarre de Tenko y corrí al extraño, me lancé para que me cargara y agradezco que captara el mensaje.

—¿Cómo me llamaste, pequeña mierda? —Tenerlo tan cerca me hizo apreciar sus intimidantes y finas facciones mejor.

Por favor, sácame de aquí. Te lo imploro...

El chico que apodé sin querer como el personaje de uno de mis avatares de videojuegos enarcó una ceja, chasqueó la lengua y finalmente suspiró.

Me debes una grande. —Me susurró de vuelta y tras aclararse la garganta, habló:—Vine por mi... Ah... Por el brócoli, así que, nos vemos imbéciles.

—¡No se queden ahí parados! ¡Deténganlo!

El chico de ojos escarlata comenzó a correr aún cargándome en brazos, yo mientras me aferro tanto como puedo a su cuerpo, mirando desde su espalda a los guardias que contrató Tenko ir tras nosotros.

"Mis plegarias fueron escuchadas, gracias Dios mío"

Sostengo con mi mano izquierda el ramo perfectamente adornado. Mientras corremos entramos al salón de la fiesta, veo entre quienes arreglan el lugar un rostro familiar.

—¡Yagi-san!

—¡Anciano de mierda, tus llaves!—Yagi-san por alguna razón sonrió y le dio sus llaves.—¡Pikachu, apaga las luces!

Y alguien apagó las luces del oscuro salón, permitiéndonos correr un poco más tranquilos al estacionamiento.

El chico que aún me carga se dirigió al que supongo es su auto, desactivó la alarma y me arrojó al asiento trasero.

Un chico rubio se acercó a él y comenzaron a casi discutir.

—¿¡Qué demonios pasó, Kacchan!?

—¡No hay tiempo! Conduce el auto del abuelo de Toshinori, arranca con todo lo que tienes, ¿querías una carrera? Ahora la tienes. —Le arrojó a la cara las llaves.

—¿Contra quién?

—Los guardias del cliente, piérdelos y nos vemos en el local del sur. —El chico con el rayo negro asintió ¿divertido? ¿Emocionado? Y corrió al auto de Yagi-san.

¿De dónde se conocen?

—¿¡Dónde se metieron!? —La camioneta de Yagi-san fue encendida y deprisa salió del estacionamiento, haciendo rugir el suelo.

El chico, "kacchan", entró deprisa al auto. Escuchamos los autos encenderse y a Tenko maldecir. El rubio mirando por la ventana polarizada hasta resoplar un poco más tranquilo.

—Ahora... ¿¡Podrías explicar toda esta mierda!?

¿¡Que yo QUÉ?! [KatsuDeku]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora