—Tienes que respirar Tae, ¿Entiendes? —era la voz armoniosa de Jimin saliendo del intercomunicador del auto del menor—. ¿Te has estacionado?
—Si... —contestó Taehyung sorbiendo por la nariz, su frente apoyada contra el volante del auto, buscando que sus lagrimas e hipidos se detuvieran, pero era casi imposible el lograrlo.
Se sentía como en un sueño, flotando en sus pensamientos, pensamientos que estaban plegados de todo lo que sucedió en un instante sin darse cuenta siquiera que estaba ocurriendo, como si el puto mundo se burlara de él en su cara, ¿Por qué ahora? ¿Por qué cuando quería arreglar las cosas a su manera? El desespero y el shock desencadenaron en él un llanto desesperado y agonizante, que lo asfixiaba y lo arrojaba al fondo de un precipicio, un precipicio donde solo se veía el eco de la forma en la que Jungkook le miró. Y había llamado a Jimin en medio de su crisis, quién le pidió de la manera más amable posible, estacionarse para que no llegase a perder el control del auto.
»Me odia Jimin, él m-me odia —susurró sin dejar de llorar desgarradoramente, apretando los dientes en busca de un control para sus lagrimas que no podía alcanzar—. Lo vi en sus ojos, lo sentí con sus palabras, tanto tiempo... tanto tiempo deseando verle, ¿Para qué? ¿Acaso creí que me amaría y seguiría siendo todo como ante? Que imbécil soy.
Y repitió la palabra imbécil diez veces más mientras se golpeaba de bruces contra el volante.
—No creo que te odie, él no sería capaz, jamás sería capaz de ello y lo sabes, le conoces —siguió llegando la voz tranquila de su mejor amigo hasta sus oídos.
—Lo conocía —susurró para si mismo, cuchillos clavándose en su pecho y garganta, aniquilandolo—. Luce distinto... él, mira distinto. Lo quebré, quebré lo que él era y lo que fuimos. Ahora no hay nada que yo pueda hacer ni decir, todo está hecho y lo perdí, tan fácilmente...
Taehyung levantó la cabeza y controló los temblores de su puchero, saboreando un poco lo salado de sus lagrimas, sus manos temblaban pero las obligó a ponerlas sobre el volante y también se obligó a si mismo a respirar, pestañeando para alejar la humedad de sus ojos. Él no era débil, tenía que seguir adelante, en cualquier momento aquello podría haber pasado, solo que..., no lo esperó de manera tan sorpresiva. Fijó sus ojos en la carretera, observó a los automóviles y trasportes circular sin descanso, los claxon de estos sonando y la gente cruzando la avenida, todo continuaba su curso y él estaba cayendo en slow motion; respirar le costaba, moverse le costaba, incluso llorar se estaba llevando fuerzas que no puso resistencia en dejar caer.
—Tienes que respirar —le pidió Jimin, pues desde donde él estaba podía sentir las pausas que hacía su mejor amigo y lo mucho que le estaba costando tomar aire—. Sé que duele y que no esperabas que sucediera como sucedió, pero eres fuerte y sabes que no lo mereces. Nunca fue tu decisión irte Taehyung.
—Pero lo era el quedarme y no lo hice, no me quedé —jadeó tomando una gran bocanada de aire—. Él no lo sabe y esta bien así, solo duele un poco, es todo. Porque mi corazón lo siente, siente que todo lo que tuvimos se ha ido, ahora... ahora si tuvimos nuestro final.
Se despidió de su mejor amigo porque ya debía ponerse en marcha si no quería obtener una multa por estorbarle al trafico, y tomó más bocanadas de aire antes de pisar el acelerador y continuar. Eso era lo que debía hacer, continuar, aunque sus cicatrices se hubieran abierto completamente y el corazón se le cayera a pedazos, y un corazón que se había roto ya tantas veces, llegaba a un punto donde no tenía posibilidad de remendarse. El camino hasta su casa fue como ver pasar escenas de una mala película, verlas por ver, y de pronto, llegabas a el final, y Taehyung se estacionó frente a su casa y se quedó varios segundos paralizados dentro de su auto.
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Good Reputation- Taekook/Vkook.
Фанфик«Esta es la historia de dos hombres, aquellos que han encontrado su camino devuelta al otro después de tantos años y de las cosas que han perdido de sí mismos» Jeon Jungkook es conocido en toda Corea del Sur como el Golden Idol, tiene todo lo que un...