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—¿Ya llegamos? —preguntó Taehyung por enésima vez, formando un puchero con sus labios a los cuales Jungkook se les quedó mirando por demasiado tiempo, Kim carraspeó—. Tendrías que estar mirando al frente. 

—Ajá, eso hago —murmuró el menor posando sus ojos en el camino, las venas de sus manos intensificándose por el agarre que tenía sobre el volante—. Y eres molesto, como un pequeño niño desesperado que va a la tienda por dulces. 

—Seguiré preguntando si no me dices a donde vamos —se quejó, casi pataleando como un verdadero niño pequeño. 

—Ya, falta poco —contestó Jungkook, ocultando una sonrisa entre sus labios.

 Taehyung bufó cruzando los brazos sobre su pecho y se giró hacia la ventana, observó el panorama, las estrellas cayendo sobre el cielo poco a poco, y la ultima estela anaranjada del atardecer desapareciendo en la lejanía, el relieve montañoso oscureciéndose; sus dedos picaron por capturar ese momento con su cámara fotográfica, y mejor aún, con la persona que tenía al lado precisamente, y el hermoso paisaje de fondo, para así guardarlo y atesorarlo hasta el fin de los tiempos, porque no sabía si esa compañía le iba a durar por mucho, así que tenía miedo, miedo de que una vez esa dulce noche se acabara ellos de verdad tendrían que tomar caminos separados, sin más nada atándolos. Entonces, los latidos dentro del pecho del castaño se dispararon, siendo consiente de con quién estaba y entonces temió que el sonido alocado de su corazón fuese perceptible incluso para el menor de ambos. 

—Pondré algo de música —avisó Taehyung, rehuyendo de los ojos de Jungkook y comenzó a presionar botones al azar en el estéreo. 

—Claro Taehyung, puedes tocar mi estéreo y poner música, no te preocupes.

—Tú no me has preguntado si quería venir contigo a una escapada nocturna, no tengo que pedirte permiso para poner música —contestó el castaño frunciendo el ceño, joder, no entendía ese estéreo de alta tecnología. 

—Quita —dijo Jungkook rodando los ojos, al tiempo que apartaba con cuidado las manos de Taehyung y él mismo colocaba una canción al azar—. ¿Taehyung quieres escaparte esta noche conmigo? 

 Y Kim Taehyung se sonrojó violentamente, pues, ¿En qué momento Jungkook se había vuelto tan descarado? Mirándole con una sonrisa ladeada y a través de las pestañas, cortandole el aire a sus pobres pulmones; se relamió los labios, arrepintiéndose en el momento en que Jeon Jungkook siguió el gesto con sus ojitos de cervatillo, al menos eso no había cambiado, pensó Taehyung, así que se limitó a apartar la mirada y morderse el labio con fuerza.   

—Ya no tiene caso que lo preguntes. 

 Y Jungkook soltó una carcajada divertida, realmente haciendo que Taehyung quisiera golpearlo y dejarlo inconsciente. ¿Como todo sobre una persona puede encender tantos sentimientos en otra?  Porque no solo era su sonrisa, o la risilla que soltaba al bromear, tampoco se trataba únicamente de sus ojitos brillosos como constelaciones ni de la manera en la que arrugaba su nariz, o el aroma de su perfume que no había cambiado a pesar del paso de los años o el timbre de su voz. Era todo eso mezclado y más. Era todo en ráfaga encendiendo el corazón de Taehyung, tristeza, amor, dolor, alegría, enojo... Él lo era todo. 

 La canción que comenzó a sonar hizo al castaño jadear y girarse hacia Jungkook. 

—¡Es Still With You! —chilló emocionado subiéndole el volumen—.  Es tu canción debut. 

 Jungkook lo observó moverse al ritmo de su propia canción, con los ojos cerrados y una sonrisa cuadrada estirando sus labios, y el menor no pudo apartar la mirada aunque quiso, había aprendido a vivir sin él, si, pero no porque realmente quiso. Entonces lo odió, lo odió por lo que rompió entre ambos, por lo que no le decía, lo odió por haber aparecido en su vida. 

Good Reputation- Taekook/Vkook.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora