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 Fascinado era una palabra demasiado pequeña para como se sentía Jungkook en ese instante. Había admirado a Vante durante años, contemplando sus fotografías como si en ellas encontrase las respuestas del universo; estar allí era mucho mejor que ver las fotos por una simple cuenta de Instagram. Estar allí le recordaba que era real, que la persona detrás de esas fotografías existía. 

 A Jungkook le encantaba admirar el arte, pinturas, estructuras, esculturas o fotografías, era capaz de sintetizar sus sentidos y conectarlos con el artista. Él era perceptivo por naturaleza, y se sentía ligado al autor de esas fotografías de maneras inexplicables. Por eso admiró cada exposición como un tesoro, ignoró algunas miradas furtivas, aquellas que no se creían que un artista tan renombrado como él se encontrase allí, aún así respetaron su privacidad, la mayoría de las personas presentes eran igual de importantes y conocidos, sobre todo en el mundo artístico. 

—Si me acompaña por aquí, podrá contemplar algunas piezas inéditas en venta —habló una chica menuda, la que le estaba sirviendo de guía, captando su atención. 

 Jungkook le regaló una mirada profunda y le sonrió, provocando que la chica juntara sus manos temblorosas y le sonriera de manera tímida. Era muy bonita, pequeña y delicada, la figura del chico la cubría por completo, en complexión y en altura. 

—Llévame allí, por favor —pidió amable. 

 La chica asintió y lo condujo entre galerías, trastabillando de vez en cuando, Jungkook sonrió enternecido, a veces se olvidaba de lo que provocaba en las personas. Sin embargo, aquella chica le recordó a su yo adolescente, con ojos enormes y pasos vacilantes, admirando a una persona hermosa como si fuese un mismísimo ángel caído del cielo. 

 Jungkook ya no se dejaba seducir tan fácil. 

 Pronto llegaron a la exhibición de fotografías en ventas, notó que ya varias piezas habían sido vendidas y que más personas llegaban interesados, hablaban y discutían precios. La guía de Jungkook comenzó a decirle por donde podían empezar y que tipo de fotos le podían interesar, el platinado le escuchaba sin responder, admirando aquí o allá esperando conectar con alguna; se preguntó donde se habrían metido sus hyungs para que lo ayudasen a elegir, la chica seguía parloteando. 

 Entonces sucede. En un momento estás de pie y en el otro hay algo que lo cambia todo y revoluciona tu mundo, antes estabas sumergido en agua con los pulmones a punto de explotar y alguien te saca a la superficie y respiras como si lo hicieras por primera vez. 

 Jungkook comenzó a caminar hipnotizado hacia aquella foto en especifico, parecía ser la principal de aquella galería. Eran los contrastes, el angulo con la que fue tomada, era la figura inmortalizada en aquel panorama, y eran los sentimientos que se atoraron en su estomago, a punto de dejarlo sin estabilidad. 

—Es la fotografía favorita del señor, la que más aprecia —contó la chica, lo había seguido hasta detenerse muy cerca de la foto—. Una de las primeras que tomó en sus comienzos, cuando apenas era adolescente... Señor no puede tocarla. 

 La chica le detuvo, porque Jungkook había extendido su mano y quiso apoyarla contra el vidrio que protegía lo que había detrás. 

—¿Está bien? ¿Necesita sentarse? 

 Ella lo miró alarmada, porque Jungkook tenía los ojos brillosos, como si fuese a echarse a llorar en cualquier momento. 

—Quiero esta —anunció el platinado alejando el nudo en su garganta—. ¿Cuanto cuesta? 

—Señor, no ha entendido, esta no está en venta...

—¿Un millón? —probó a decir Jungkook, posando sus ojos sobre la chica temblorosa a su lado—. De dolares. 

Good Reputation- Taekook/Vkook.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora