SEIS

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"Cada día que vivimos pude ser un milagro."

-Anonimo-

★•★•★•★•★•★ Cinco ★•★•★•★•★•★

Por unos momentos, mi campo visual cambió por completo. Ya no me encontraba viendo hacia la lámpara destartalada del techo sino hacia abajo... ¡Me veía a mí mismo! Veía mi cuerpo inmóvil, débil y desgastado, veía mi cara demacrada con los ojos exageradamente abiertos y con una expresión de terrible angustia. Esa
imagen me hizo comprender la razón por la que todos mis conocidos se aterrorizaban al verme. Todo pasaba frente a mis ojos como en cámara lenta. Podía escuchar una alarma en el aparato junto a mi cama indicando que mi corazón se había detenido.

Vi cómo dos doctores y varias enfermeras, Yi Tian entre ellas, entraban apresuradamente a la habitación. Los veía preocupados revisando cables y moviendo interruptores.

Una sensación de inmensa paz y de completa indiferencia me invadió. En cuestión de segundos, recordé los
momentos más importantes de mi vida.., de hecho, no sólo los recordaba, sino que los volvía a vivir. Y volví a vivir lo tierno y cálido de los brazos de mi madre cuando yo era un bebé, percibí su perfume y su
mirada tierna, su cariño y su amor por mí. Volví a vivir los momentos felices con mis seres queridos. Volví a escuchar las risas y a sentir la alegría de compartir con ellos mi vida.

En segundos recorrí todos los momentos especiales para mí: la primera vez que vi el mar, el calor del sol en mi piel, mi primer beso, el sabor de mi comida preferida, todos los paisajes hermosos que tuve la oportunidad de disfrutar, mi melodía favorita y el estar con Saint...

"Quisiera estar con Saint otra vez y conocer al bebé..."

Ese fue el último pensamiento que tuve en esos momentos maravillosos. Lo que siguió no fue nada agradable... después de una fuerte descarga eléctrica volví a sentirme en mi cuerpo, pude ver a un doctor inclinado frente a mí sosteniendo dos aparatos contra mi pecho. Un choque eléctrico más hizo que mi espalda
se encorvara y que mi cuerpo se estremeciera sobre la cama.

- Tiene pulso -gritó alguien en el fondo.

- Los signos vitales se normalizan, lo recuperamos -comentó una de las enfermeras.

Mientras todos los que estaban ahí se retiraban entre sonrisas y felicitaciones, el doctor que aun estaba frente a mí, me miraba pensativo.

- ¿Qué pasa? -se acercó Yi Tian a preguntarle.

- No sé si hago bien o mal al mantenerlo vivo -contestó.

- Haces bien... ese es tu trabajo -le dijo Yi Tian dándole dos palmadas en la espalda.

- No creo que dure mucho... a ver qué pasa -respondió con frialdad y alzando los hombros como diciendo: "ya no depende de mí".

Después de revisar que los aparatos alrededor de mi cama funcionaran correctamente y que mis signos vitales
continuaran estables, el doctor se retiró pidiéndole a Yi Tian que llamara a mis padres para informales lo sucedido.

A pesar de que el dolor y la incomodidad en mi cuerpo habían vuelto, aún conservaba la paz que me invadió
momentos antes. Tenía además, una claridad en mi mente que no había experimentado jamás. Era como si de
pronto, todas mis preocupaciones, mis miedos y mis inseguridades hubieran desaparecido. Como si de pronto recobrara una gran sabiduría que había perdido. Como si hubiese podido ver, por unos segundos, unaperspectiva más grande. Algo había cambiado en mí... yo había cambiado.

Todavía no me puedo explicar lo que pasó realmente. Tal vez mi cerebro aún recibía suficiente oxígeno para mantenerme vivo y todo lo imaginé, tal vez había alcanzado un estado superior de conciencia o tal vez, en
efecto, había recibido una segunda oportunidad.

Realmente no importa, lo que quedó bien claro en mi mente es que mi deseo de estar con Saint y ver al bebé me mantenía con vida. De alguna manera entendí que la única forma de estar en este mundo y con nuestros seres queridos, es a través de nuestro cuerpo.

Que la única forma de ser yo mismo, es a través de mi mente. Que lo que yo soy, es una combinación historias, recuerdos, expectativas, creencias, gustos, experiencias, anhelos y deseos todos únicos y todos irrepetibles.

Comprendí que esta vida es la única oportunidad que tenemos de ser nosotros mismos. Ya no me importaba tanto mi condición, la alegría de estar aquí y de poder participar de la vida, aunque fuera como un espectador, bien valía la pena.

-Nada como una probada de la muerte para poder apreciar la vida -escuché a mi guía-. ¿Sigues enojado?

- Yo ya superé las emociones como el enojo -ahora era yo el del tono burlón.

- ¡Ja! Hasta de buen humor te pusiste.

- Y como no estarlo, me acaba de suceder un milagro.

-Así es, la vida es un milagro y una gran oportunidad. Es increíble que a la mayoría de la gente se le olvida. Se enfocan en los problemas, en lo que les falta, en empresas inútiles, en preocupaciones estúpidas. Se acostumbran a despertar cada mañana, a sentir los latidos de su corazón, a lo maravilloso de sus sentidos, a la posibilidad de expresar sus ideas, su amor; su individualidad y se olvidan de que cada uno de esos dones es un milagro en sí mismo. Reciben el regalo de la vida y no saben qué hacer con él, les aburre, lo desperdician.

-Es como si te ofrecieran un tesoro todos los días y no quisieras recibirlo, o como si lo recibieras de mala gana y no lo utilizaras. comenté.

- Es por eso que la muerte puede ser tu mejor amiga. Y no me refiero a obsesionarte con ella o a desearla o a deprimirte porque es inevitable, sino a recordar que todos tenemos los días
contados, que en cualquier momento podemos dejar de existir Si la gente tuviera esto en mente te aseguro que vivirían mucho mejor. Cuando la muerte se hace presente, los problemas de la vida diaria no son tan graves, las preocupaciones no tienen sentido, las discusiones, el odio y el resentimiento desaparecen de nuestras relaciones porque queremos aprovechar al máximo el poco tiempo que tenemos.

- Parece que lo que me pasó, me hizo despertar.

- Lo expresaste a la perfección: ¡Despertaste! Lo cual me da mucho gusto porque ya tienes una nueva perspectiva a partir de hoy nuestras conversaciones serán mucho más interesantes.

- Quieres decir que, ¿siempre había estado dormido?

- Por así decirlo, sí. La mayoría de la gente vive en un sueño toda su vida y, lo peor de todo, que ni
siquiera es un sueño agradable. No pueden ver más allá de lo que les han dicho que tienen que
hacer Son arrastrados por la rutina y no pueden escaparse de ella, atrapados en
comportamientos que no les dan los resultados que buscan, en relaciones conflictivas que no los
satisfacen, en búsquedas que no les pertenecen, en costumbres que desprecian. Como si fueran
unos robots programados para trabajar, para ser productivos, para conseguir lo que otros les han dicho que necesitan. Respondiendo de forma automática a lo que les han hecho creer.

- Respondiendo ciegamente a sus creencias

- Creencias que les han sido impuestas y que no han puesto a prueba. Creencias erróneas que han sido pasadas de generación en generación como si fueran un defecto genético.

- Pero, ¿cómo se puede uno librar de algo que ha creído toda su vida? ¿de algo que es considerado verdad por la mayoría de la gente? -pregunté.

- Analizando las creencias y poniéndolas aprueba. La persona que quiere despertar y dejar de ser un esclavo de su educación, de la sociedad y de su pasado, necesita poner a prueba todo lo que cree. Esa es la única forma de recuperar la libertad. Por suerte, tú y yo, tenemos aún la oportunidad de hacerlo.

- ¿Para qué?

- Todavía te importa el ¿para qué?

- ¡No! ... viéndolo con calma, ya no me importan tanto el por qué ni el para qué.

Esclavo [Perth Tanapon / TERMINADA / Adaptación]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora