Libertad-Promised No Neverland (Ray × tú)

Trato (Temp. 2)

Volumen 2

Capitulo 6

Trato

La chica volteó a ver a Ray con una sonrisa.

—Así es, es carne de un demonio que matamos—Se levantó de su asiento con molestia.—Me molesta que ellos sea los únicos que nos coman, mi mente y cuerpo todavía recuerdan todo lo que me hicieron en Lambda—Apretó el pedazo de carne.—Cada día fue un infierno—

—Infierno no es una palabra suficientemente fuerte—

—Muchos niños murieron o fueron asesinados—

Eso hizo que la Sele apretará sus puños y los dientes.

—Éramos tratados peor que objetos—

—Barbára apretó el hueso del pedazo de carne empezaba a crujir por tanta presión.—Solo matarlos no es suficiente, todos los enemigos son iguales, cada uno de ellos debería sufrir por lo que pasamos—La carne fue a la mesa para después ser pisada rompiendo el hueso.

Barbára comenzó a acercarse a Emma con una mirada aterradora, estaba tan enojada que sus pies rompían la mesa, las personas del grupo de Norman sentían lo mismo, los demonios debían ser erradicados.

En eso momento entraron dos albinos al cuarto sorprendiéndose de la presencia de los chicos.

—Cislo, Vincent, sobre el experimento.... Emma, Ray, Sele—

—Hola a Emma, Ray, hermanita Sele—Saludó Esel mientras en su rostro había una sonrisa nerviosa.

—Hola—

—Emma se levantó de su asiento.—Norman, yo...—

—Lo lamento ¿Pueden esperar? Enseguida vuelvo—

Ambos albinos esta vez con sus otros camaradas entraron de donde salió él de ojos azules, la chica de pelo naranja se sentó triste.

Sele se cambió de sillón estirando sus pies bajo la mirada de Ray que la observaba de reojo.

—Chasqueó la lengua.—Ellos parecen muy decididos, Emma...—

—¿Estás bien?—Preguntó Ray a Emma.

—Sí, esto no es una comida, es una venganza—Volteó a ver al pelinegro.—Pero su objetivo de ellos ellos no es solo vengarse ¿Verdad? Su principal objetivo es ayudar a su familia ¿Verdad?—

—Emma...—

—Odiamos lo que hicieron los demonios, dan miedo, pero eso no nos da razón para...—Apretó sus puños.—Está mal. Está mal—

—Sí, pero el sufrimiento que ellos pasaron es indiscutible, no podemos decirles que no odien a los demonios. El odio no puede detenerse una vez que empieza—

Sele entrecerró los ojos para después morderse la punta del su dedo pulgar ignorando la conversación (Ya veo, ellos piensa intentar convencer a Norman para evitar el genocidio. Tienen sus razones y tampoco creo que Luca habría querido algo así, pero ¿Por qué no me lo dijeron? ¿Siempre seré solo relleno, alguien invisible para ellos? O ¿Por qué siempre me sacan de las decisiones importantes?) En eso el cerrojo de la puerta la sacó de su trance, sacando su dedo de los dientes y volteando a ver.

—Gracias por esperar y ¿Qué sucede?—Dejó un maletín sobre una mesa.

—Norman, queremos hablar contigo—