Libertad-Promised No Neverland (Ray × tú)

La nueva

Capitulo 2

La nueva

—Ella es su nueva hermana, se llama Sele y él es Luca—Dijo la mujer adulta de cabellos negros y ojos morados con una niña albina de seis años de edad a lado y cargando a un bebé igualmente albino, pero con ambos ojos azules.

—Hola—Fue directamente a la niña.—Me llamó Norman—

Un albino fue el primero en presentarse ante la nueva.

—Un gust...—

—¡HOLA! ¡ME LLAMÓ EMMA!—Llegó corriendo una peli-naranja rebosante de energía positiva.

—Y yo me llamó Ray—Saludo con la mano un pelinegro, se notaba que tenía algo de cansado.

La albina se sonrojo, nunca había estado cerca de tanta gente o más bien de tantas personas de su misma edad.

—Mucho gusto—

—Tienes bonito nombre—Halago Norman.

—Vayan a instalarla mientras yo iré a dejar a Luca en una cuna—Se dirigió a la planta alta de la casa para dejar al bebé en una cuna vacía que tenían. Que coincidencia.

—¡VAMOS!—La chica la tomó de la mano para jalarma tomando la misma ruta que la adulta.

—¡Cuidado! Me vas a tirar—Exclamó algo alterada. Tanta felicidad la estaba mareado.

—Emma es una tonta—Ray llegó con paso perezoso.

—¡OYE!—Saco su labio inferior, infló la mejillas y entrecerró los ojos, estaba haciendo un puchero.

—Levantó el equipaje de la nueva con su mano libre.—¿Se te olvido qué es nueva y trae equipaje?—

—Ah, sí—Sacó su lengua quitando el puchero.

—Emma—Pronunció bastante nerviosa, incluso jugaba con los dedos.

—Mejor vamos rápido si queremos salir a jugar para presentarle toda la casa—Está vez él, Norman, la tomó de la mano y la llevo al cuarto que todos compartían.—Aquí te vas a quedar—

—Muchas gracias Norman—Sonrío cerrando los ojos y se dedicó a acomodar sus cosas en compañía de su nuevo hermano albino, al igual que ella después soltaron una risita.—¿Puedo ir a ver a Luca?—

—No lo sé, es cosa de preguntarle a mamá—Terminó de guardar algunos libros en su mesita de noche.—Vamos—

—Si—Siguió a su nuevo hermano en busca de la mujer que ahora era su madre.

—Sele ¿Vienes a jugar atrapadas?—

—Yo... si—Dijo para no ponerla triste, iría a ver al bebé más tarde.

Aunque ese sí sonó más a pregunta que otra cosa.

—¿Lo has jugado?—

Asintió.
Bueno en parte era mentira, sabía la teoría, es decir, las reglas, pero la parte de correr y esconderse no sabía de mucho. Tampoco es que lo recordará.

—Bien, Norman cuenta—Volteó a ver a un pelinegro sentado en las orillas del un árbol con un libro y este le vio la hora en su reloj de bolsillo.