EVERYTHING YOU LIKE • sillie

O1. YOU ARE IN LOVE

El aire golpeaba el cabello de Sadie de una forma escandalosa, haciéndola soltar pequeñas maldiciones por tantos mechones de fuego atravesados frente a su rostro impidiéndole la vista, sostenía un cigarrillo con sus dedos que se consumía con rapidez al estar expuesta al viento. Miro sus zapatos unos segundos.

—Sads. Es hora de irnos. Mastica un chicle, tengo algo de perfume en mi mochila.

Miró con confusión a Lily, recordaba haber encendido su cigarrillo hace un par de minutos.

—¿Eh? Ni loca, ¿sabes cuánto me costó robarle cinco dólares a mamá? —la rubia a su lado rodó sus ojos, comenzando a caminar mientras adentraba su mano a su mochila para sacar un pequeño frasco de perfume que solía llevar por Sadie, para evitarle problemas a la descuidada pelirroja.

—Tenemos que entrar a clase en menos de cinco minutos y hueles como el demonio a tabaco, Rogers te colgará del cuello si te huele.

Sadie asintió, dio las últimas caladas y tiró al suelo para dar un pisotón a aquel enrollado de tabaco, mientras le seguía el paso a Lily Rose, le arrebató el perfume y se aplicó un poco en el cuello y en las muñecas, sacó de su bolsillo una goma de mascar mentolada y la masticó hasta que llegaron al salón de clases.

Aquel molesto cuarentón estaba custodiando la puerta como si de eso viviera, dando una mirada juzgona a cada adolescente que pasaba por su lado llenando el aula segundo a segundo, al llegar el turno de Sadie para entrar el mayor olfateó el aire con desesperación tratando de oler algún rastro de tabaco, como era habitual en su alumna.

—Buen día, Rogers.

—Señor y profesor Rogers, para usted —Sadie mordió su mejilla interior con irritación al escuchar aquella voz que le resultaba tan intolerante.

—Como sea.

Antes de llegar a su lugar agradeció al más allá por haber eliminado cualquier rastro de olor a tabaco que el cigarrillo hubiera dejado en ella, no quería ni necesitaba más problemas, quería terminar su último año e irse. Pero tenía dificultades, dificultades referentes con su explosiva actitud y desorganizada vida escolar.

Recordó que tenía que hacer una parada rápida antes de llegar a su pupitre de madera, entonces se desvió, caminó una fila hacía la derecha y se detuvo en el quinto lugar, donde "Melanie" Bobby Brown se sentaba, una chica de primer año, su nombre verdadero era Millie, pero Sadie al no dedicarle la suficiente atención a la chica para saberlo no tenía idea, no era por ser grosera ante ella.

Necesitaba su tarea hecha, y Millie era la que la libraba de hacerlo, sin ser obligada. Sadie odiaba a los bravucones aprovechados de los chicos de años menores. Y tenía la suficiente vergüenza para tratarlos con respeto al reprobar un año y seguir en aquel lugar, cuando debería de estar en medio de un semestre en la universidad. Eso era su mayor pena, al tener amigos estudiando su primer año en la universidad estatal.

Dio con la cabellera castaña, esta simplemente no supo que Sadie estaba frente a ella esperando a ser vista hasta que la pelirroja retiró uno de los audífonos que Millie tenía pegado a los oídos, lo acercó a su oreja reconociendo una voz dulce cantar una melodía melosa.

Millie fue sacada de sus pensamientos al sentir el tirón del cable blanco que transmitía el sonido. Apretando sus ojos pensando que fue descubierta por el profesor.

—¿Taylor Swift, no? —entonces abrió los ojos de golpe y alzó su cabeza para conectar con los ojos azulados de Sadie, agradeciendo que Rogers aún estaba pegado a la puerta.

—Mhm, si. Es ella —murmuró con una torpeza nerviosa.

Sadie y Millie quedaron mirándose unos largos segundos, compartiendo la misma canción, "You are in love", perteneciente al álbum favorito del momento de Brown, 1989. Sink simplemente esperaba que Millie se moviera con su tarea para tomar asiento de nuevo, aquellos ojos melosos seguían pegados a los suyos emitiendo un brillo que la pelirroja no notó. Y bueno, Millie estaba admirando sus ojos porque le parecieron muy bonitos.