Hijo de un dios.

Capítulo 13: Bell Cranel, Hijo de un dios.

-LO HICISTE BELL- Gritaban Welf y lili al momento de comenzar a descender para ir con Bell, que se encontraba sentado sobre una roca, pues ya su cuerpo no podía más.

-Bien hecho cranel-san-dijo con una sonrisa Ryuu optando por un salto que le llevó más rápido con el albino.

-Gracias Ryuu-san, pero está no es mi victoria, es victoria de todos nosotros, sin ustedes no hubiera podido-dijo intentando ponerse de pie, pero al momento de pararse, su cuerpo le falló estando a punto de caer, pero Perseo apareció alado de él, atrapándolo, pasando el brazo del chico sobre su cuello.

-Tú padre estaría orgulloso Bell-Sonreía con orgullo el pelinegro-Ahora, creo que necesitas atención médica, me acabó de dar cuenta que tú brazo está dislocado-

-Jejeje lo siento, aquella caída vibro en todo mi cuerpo- fue lo ultimo que alcanzó a pronunciar antes de caer inconsciente por la fatiga, Perseo comenzaba a subir hasta que vio a la camarera-

- ¿Quieres llevarlo? -preguntó el pelinegro a la elfa, la cual se sorprendió por la pregunta-Note como lo mirabas, no diré nada y creo que sería tu recompensa por esta lucha-

La elfa se sonrojo por lo dicho del hijo de Teseo, pero acepto con gusto y gracias a que su cara estaba cubierta en la parte inferior, no se pudo notar la sonrisa que producía el llevar a Bell.

-Lo lograste Bell-fueron las palabras de Ais que tenía muchas emociones internas, y desconocía como expresarlas más que esbozando una sonrisa genuina, tiona saltaba de alegría siendo apaciguada por su hermana gemela y Garreth, mientras Finn sonreía de satisfacción, Riveria por su parte se acercó hasta ella.

-Tú pequeño conejo lo logró-comento mientras se colocaba junto a ella- Optaste por un buen partido Ais, cuídalo mucho-

-Lo haré, es mi Héroe- esbozando una sonrisa y un pequeño sonrojo, sabía que su llama poco a poco disminuyo el poder que tenía dentro, el entrenamiento de Sun Wukong y Bell habían cambiado eso en ella, una forma distinta de obtener el poder para rescatar a su madre.

-Hm Lo hiciste bien tomate-susurro en voz baja Bete, mientras se retiraba satisfecho a cobrar la recompensa de su apuesta.

En la cumbre donde se encontraban los dioses, un dios pelirrojo gritando tras haber perdido todo ante al que era hijo de Hestia, se estaba tirando de los cabellos, mientras que la amiga de la diosa mencionada, Hefesto, sonreía por la victoria del chico conejo, y orgullosa de el desarrollo de su hijo herrero.

Por su parte, en la taberna donde Mord cobraba su recompensa, sonreía ante un montón de aventureros llorando por su perdida, mientras que el recibía el gran botín, a punto de recoger una segunda bolsa, fue interrumpido por una Chienthrope.

-Disculpa, eso es mío- Dijo naaza sin darle importancia, mientras tomaba la gran bolsa de dinero para retirarse ante la mirada incredula de Mord y los demás aventureros.

En el gremio, los asesores estaban igual que todos los que dudaron del chico conejo, mientras Eina reía nerviosamente, pues había obtenido una gran cantidad de dinero gracias a su "hermanito", que originalmente aposto no para incrementar sus ganancias, sino para demostrar el apoyo que tenía por él, pero definitivamente esto, le ayudaría en su fondo de retiro...

-Solo falta que el señor "H" venga a recoger su premio-llamó su atención su compañera misha.

-Eh? SI!-dijo Eina volteando a ver a su compañera, pero notando que en la ficha de apuesta, había marcas que daban a entender que había un texto escrito detrás, por lo que procedió a tomar el papel y voltearlo para leer-"El dinero de la victoria pasará a manos de Bell Cranel"... Misha...-Decía pasmada Eina- Bell acaba de ganar una fortuna-Mostrando la papeleta a su amiga.