Tratos Orgullosos

Capitulo 30 - Pesadillas y Juego -

Ver GIF en la parte de arriba por favor para que entiendan mejor lo que trataba de describir

No es obligatorio y gracias por leer

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La definición de soñar podía tener muchos significados, una persona sueña con aquello que anhela, con aquello que desea cometer por el simple hecho de que en su realidad esto no existe, es imaginar generalmente con placer otras veces con angustia todo aquello que nuestra mente y corazón quiera

Había sueños diferentes aquellos que te producían alegría, aquellos que repetías una y otra vez en tu cabeza para ver las imágenes de tu anhelo, eran aquellos sueños hermosos que al final del día siempre te esforzabas por recordar, espléndidos, mágicos, llenos de alegría y pasión

Pero también había sueños malos de esos que te hacían despertar con el corazón latiendo, que te hacían llorar o pasar malos ratos, te hacían temblar, sudar y jamás querías volver a repetirlos pero ahí estaban, presentes dentro de ti

Estos eran los peores, estos eran los que te mostraban tu realidad, debilidad, tus más profundos temores y oscuridad

Elizabeth soñó varias cosas aquel día la número uno fue algo bueno

Un juego magnífico de Quidditch en el que conseguía la victoria, soño a la escuela yendo a por ella cuando bajaba del cielo arriba de su escoba y sosteniendo en un puño en alto una pequeña pelotita, soñó las risas, los gritos y la gente aclamando, un sueño recurrente, un deseo interno para el bien y un anhelo de una posibilidad en su futuro, era algo que podía ser real del que era consciente puesto era su realidad

Pero su segundo sueño fue el malvado

Había sentido como su cuerpo se movía por una sustancia espesa, veía su cuerpo flotando de una manera extraña como si estuviera levitando y como su cabello se movía entre su rostro, no como se mueve por el aire, no, se movía como cuando te encontrabas dentro de una alberca hundida hasta el cuello de agua y este se desplazaba con delicadeza y armonía

Aquel había sido su sueño, nadando en las profundidades de un lugar oscuro, el agua era de tonos grises y se veía la superficie brillante con rayos de sol que se filtraban hasta ella sin lograr alcanzarla, había algas marinas o algunas especies de manchas negras que revoloteaban por el lugar como espíritus o seres marinos pero no podía definirlos con claridad

Estaba segura que podía respirar que si abría la boca por alguna extraña razón el aire llegaría a sus pulmones como si realmente existiera el oxígeno ahí abajo pero no podía abrir la boca como si su subconsciente se lo impidiera, como si realmente no quisiera abrirla para respirar y más bien dejarse llevar hacia las profundidades y morir ahí abajo

Llevaba un vestido eso sí que podía notarlo pero no noto como se deslizaba hacia abajo perdiéndose entre la masa de oscuridad y de algas, entonces escucho algo, había sido un golpe y una salpicadura como cuando alguien se lanzaba hacia una piscina, levantó el rostro y desde lo alto una figura humana nadó hacia ella, con desesperación, con rapidez y llamándola desde la lejanía

Pero no podía escucharla, veía burbujas salir de su fina boca, veia sus delgadas manos tratando de alcanzarla, su cabello negro competía con la oscuridad y los rayos de sol iluminaban su piel pálida como si fuera un Ángel bajando del cielo, no sabía quien era, su rostro era borroso pero tuvo la terrible necesidad de alcanzarlo, de tocarlo y saber que estaba ahí con ella

Pero mientras más se acercaba él, ella más se hundía, como si el mar y la tierra, como si el cielo y el fondo, o la luz y la oscuridad quisieran su separación, no podían estar juntos no importara cuanto es lo que aquel chico nadara hacia ella la distancia los seguía separando, las algas marinas la seguian atrapando y hundiendo alejandolo de su lado