Capitulo 34 - Tres es mejor que uno -

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La mañana de aquel caluroso día fue más hermosa de lo que Lizzy hubiera querido, el sol brillaba, el viento era suave refrescando a los alumnos mientras que el clima era caliente pero sin ser agobiante, nuestra peliblanca amiga llevaba un lindo vestido color blanco, era delicado y elegante pero sin dejar de ser juvenil, su piel pálida brillaba con los rayos de sol y su cabello hacía juego con su vestimenta, sus zapatillas eran de un rosado muy claro y su cabello estaba suelto con rizos al final, se veía hermosa en muchas maneras lamentablemente ella no podía notarlo, estaba tan nerviosa y no era una persona que solía vigilar su físico que no le tomo importancia a lo deslumbrante que se encontraba

- Te dejare estupenda - le había dicho su amiga Alison antes de su salida del castillo - Dejarás con la boca abierta a todo aquel que pase a tu lado -

Aquello fue verdad, más de un chico la miro por los pasillos y su atención se concentró en su presencia pero no era la única que se había esforzado con su atuendo después de todo era 14 de febrero y ese dia las parejas, citas y los enamorados viajaban a el pueblo mágico cercano del colegio para festejar el amor que solían desprender por el otro

El castillo estaba decorado con papeles rosados y rojos, había corazones por todas partes, chocolates, pasteles y jugos de cereza, muchas chicas iban y venían por las mesas y pasillos arreglando sus cabelleras, preguntando por sus parejas mientras que los chicos solían retorcerse en la oscuridad por los nervios que aquello les provocaba

Elizabeth se encontraba en la puerta cercana a los jardines esperando a su único acompañante para de este modo irse juntos por fin a Hogsmeade, decir que estaba nerviosa era poco, sus manos sudaban, su respiración era lenta y su corazón parecía querer desaparecer, se había hecho a la idea de que ir solo con él no era tan malo y también se dijo a sí misma que era su oportunidad para aclarar con calma y paciencia los verdaderos sentimientos que tenía hacia él ya que aunque no quería romperle el corazón sabía que no podía darle ilusiones o una oportunidad después de todo era la futura mujer de un Slytherin

- No he llegado tarde ¿Verdad? - dijo una voz a su lado - ¿Llevas mucho tiempo esperando? - miro a la dirección de donde provenía su voz pero se sorprendió al ver que no era Adam el que se dirigía a ella

- Conor - lo llamó - ¿Qué haces aquí? -

- Vamos a Hogsmeade ¿No? - el chico pareció confundido

Era Conor, el pequeño amigo de Gryffindor con el cual se había visto envuelta en una pelea contra cuatro Slytherin

- No sabia que vendrias - admitió con toda sinceridad puesto desconocía aquel dato

- Los chicos me invitaron hace unas semanas y aunque me han mencionado que ya no podían venir me dijeron que aquí te encontraría - miro a todos lados buscando algo - ¿No vendrán también tus amigos de Ravenclaw? -

Se recuperó de la sorpresa con rapidez por que le encantaba la idea de que los acompañara, Conor era alguien elegante, muy serio e inteligente como un Remus pequeño, era muy adorable y un gran amigo suyo con el que había vivido una experiencia única

- Solo vendrá un compañero, supongo que seremos solo nosotros tres ¿No te molesta? No será tan divertido como con los merodeadores pero te aseguro que podemos pasarla bien juntos -

El pequeño que apenas cursaba segundo o tercer grado sonrió mostrando todos los dientes, sus regordetas mejillas se volvieron rosadas y su piel pálida parecía brillar como la de ella

- Sera fantástico - se terminó de acercar por completo y para su sorpresa con confianza y aparente alegría le tomó de la mano, como una hermana tomando la mano de su hermano pequeño, como una madre con su hijo

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