Youkais y brujas

107 15 7
                                    

La noche había caído sobre el templo, todos dormían menos Sesshomaru que se hallaba observando a Rin dormir mientras jugaba en silencio con la daga de su padre, pensaba en las palabras dichas por él tendrían que destruir a la bruja, hallar su escondite no sería fácil, ya habían comprobado que ella podía estar en cualquier lugar cuando deseara, así que podría esconderse en frente de sus narices.

Se colocó en pie saliendo de la habitación, la casa se encontraba en silencio, salió de la misma sin hacer el menor ruido, olfateo el aire guardando la daga en la pretina de su pantalón y recordando las palabras de Ren corrió, si bien encontrar a la bruja era un problema de importancia, el colocar a cierto humano en su lugar también lo era. Se detuvo frente a la casa que supuso seria de Hojo, aunque no sabía como estar seguro de que fuera el humano correcto.

-No lo hagas, Sesshomaru – dijo alguien tras él, se sorprendió al no sentir el youki antes, al darse vuelta le observo, un youkai de apariencia humanoide estaba frente a él, los ojos de un tono entre ambarinos y naranjas, el cabello dorado caía abundante sobre su espalda y la piel pálida tenía destellos y líneas azules, era de su altura y no necesitaba demasiado para adivinar que estaba en la cima de la jerarquía, como él.

-¿Quién eres? ¿Por qué no sentí tu youki? – pregunto con frialdad, el youkai sonrió como lo haría un gato. - ¿Cómo sabes mi nombre?

-Mi nombre es Madarame Raion – comentó el rubio caminando hacia el albino con movimientos gráciles. – Actualmente los youkais vivimos al margen de los humanos, disminuimos nuestro youki para solo ser encontrados por quien nos place, bajo perfil que llaman – guiñó riendo bajo – Somos amigos, actualmente, aunque aun no me conoces. En el pasado, osea tu futuro, nos conoceremos y tal vez seas uno de los pocos que comprendan porqué amo a una humana.

-Tonterías, los humanos son seres débiles, no te hace más que un youkai de menor categoría.

-No crees eso – comentó Madarame riendo – Lo sé, lo sabes.

-No molestes, youkai león – gruño el youkai perro dándose vuelta, Madarame le sostuvo del hombro – Suéltame.

-Aun no puedes hacerlo, pero tomaras venganza en el futuro, Sesshomaru.

-¿Viniste a impedir que asesine un monstruo humano? – dijo con hosquedad soltándose del agarre.

-Por supuesto que no – sonrió el más joven – Nunca he podido detenerte – suspiro – pero si esperas, te diré como encontrar a la bruja.

En una milésima de segundo Sesshomaru se dio vuelta tomándole por el cuello y empujándole contra un árbol.

-¿Qué sabes tú de la bruja del tiempo, Madarame?

-Su nombre es Ultear – comento con tranquilidad soltándose – es del mismo clan que mi prometida, por supuesto, la razón por la que vine fue para ayudarte a encontrarla.

Sesshomaru lo observo pensativo, se debatía entre creerle o no, el youkai león le rodeo alejándose lentamente.

-Mañana nos veremos, Sesshomaru, fuera del templo y te diré dónde está ella. – Madarame le dio una sonrisa antes de saltar y alejarse entre los tejados.

No se molestó en perseguirlo y obtener respuestas, tenía un presentimiento acerca de la sinceridad de aquel youkai, decidió caminar al templo, luego tendría otra oportunidad para vengarse del humano.

La casa de Aome seguía silenciosa, excepto por el sueño inquieto de la miko, abrió la puerta de su habitación para verla removerse en su cama con el rostro turbado, el aroma de la humana le invadía, cerró los ojos unos segundos permitiéndose saborearlo cuando la castaña soltó una exclamación sentándose en cama, Sesshomaru abrió los ojos y entro a la habitación sentándose frente a ella en la cama.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Aug 26, 2021 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Al otro lado del pozoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora