Sus pies dolían. Mucho. Miró por unos segundos a quien cargaba en brazos. Acarició con delicadeza una de las mejillas de aquella criatura.
— Oh, Inosuke, no te preocupes, conseguiré un lugar en dónde dormir. Papá está. . . algo enojado. No regresaremos a casa hoy, ¿Sí?. Lo siento pequeño.
Su voz quebró de a poco y de sus ojos lágrimas se formaban, más siguió buscando un techo en donde refugiarse de aquella fría noche. Inosuke era su motivo para seguir.
Pero en el mundo, aquellas criaturas vivientes nombradas 'Humanos', parecían haber olvidado la cooperación mutua. La amabilidad.
Lo único que recibía a cambio, era ver cómo le cerraban la puerta en la cara. No importaba lo que ella ofreciera a cambio.
Casa tras casa, ninguna aceptaba tenerla de huésped por esa noche, pero a pesar de todo, algunas almas solidarias, le dieron algunos recursos. Ella estaba muy agradecida de ello.Sin darse cuenta se alejó un poco de la villa, llegando a un bosque. Sin más opción, se sentó bajo uno de los arboles frondosos, tomó una manta, y se acurrucó junto a su bebé.
La noche iba pasando, y era aún más fría. Separó a Inosuke de su pezón, al haber terminado de alimentarlo.
— Mi pequeño glotón.
De los labios de la mujer, salieron pequeñas risas. Inosuke sonrió al ver a su madre feliz.
(...)
Las horas pasaban, y los labios de aquella dama, temblaban. Perdió la noción del tiempo, mientras miraba a su adorado hijo. De un momento a otro, unos pasos se escucharon.
Kotoha levantó la vista, encontrándose con un joven de tez pálida, cabellos entre rubios y naranjos, de ojos hipnotizantes.
— ¿Eh?, ¿Que hace un joven tan bella en una noche tan fría cómo está?—Los ojos del varón bajaron, hasta encontrar un bulto en los brazos de aquella mujer.— ¿Es un niño?
Kotoha abrió levemente sus ojos, algo le decía que no debía.—Pero se ve tan gentil. . .—Pensó.
— Si. . . Es Inosuke, mi pequeño Inosuke. —Miró gentilmente al bebé, quién dormía con sus mejillas sonrosadas y uno de sus deditos, dentro de su boca.— Disculpe si logro incomodar pero, ¿Quién es?, Se me hace familiar. . .
— Oh, perdón por ser tan grosero. Soy Douma. ¿Viste un templo mientras venías?. —Kotoha asintió.— Ese es mi templo. Soy muy reconocido, me sorprende no ser tan popular entre las chicas lindas como usted.
Las mejillas de Kotoha se sonrojaron delicadamente.
— Por favor, no me trate de usted. Soy Kotoha Ki-. . . Kotoha Hashibira . . .— Su rostro decayó un poco al mencionar el apellido que adoptó de su esposo.
— ¿Estás casada?, Ya veo. —Enseguida notó la situación de Kotoha.— Me parece que este lugar es muy incómodo, ¿Puedo llevarte a mi templo?. No lo malinterpretes, debes descansar.
Kotoha miró nuevamente a su bebé, para luego mirar a Douma.
— Eres muy bueno. . . Gracias, acepto tu oferta.
— ¡No te arrepentirás, Kotoha!
(...)
Esa era la mañana más tranquila que ella vivía. En la noche anterior solo durmió, y para cuándo se levantó, inició una conversación algo larga con Douma, ahora confiaba en él. Estaba cerca de un pequeño horno, que se encontraba dentro del templo. Terminó de hacer unos pequeños preparativos y los condujo a una pequeña canasta.
— Señor Douma.
Douma dejó de juguetear con el bebé para luego prestar atención a las palabras de la mujer.
— Douma. Dime solo Douma, 'señor' me hace sentir viejo.
Un aura depresiva cayó tras Douma, logrando que Kotoha riera levemente.
— Perdón. Douma, muchas gracias por su hospitalidad. No sé que le hubiese pasado a mí bebé si usted no aparecía. Si necesita algo, no dude en pedirlo, estoy en deuda con usted. Vendré a visitarlo con Inosuke más seguido.
— ¡Oh, eso me alegraría! Inosuke es un pequeño travieso. — Dijo mientras miraba al pequeño.
Kotoha miraba con dulzura las risas risueñas que soltaba Inosuke al juguetear con Douma.
— Cierto, está canasta es para ti. Son algunos panecillos con relleno de frutas. Espero le guste.
Douma la miró.
— ¡Gracias, Kotoha!—Trató de sonar lo más entusiasmado posible.
Kotoha caminó en dirección a Inosuke.
— No se preocupe, es lo menos que podía hacer.—Tomó en brazos a su bebé— Ven Inosuke, es hora de irnos.
(...)
Caminó de regreso a la villa. No hacía frío, pero ella temblaba.
Tenía miedo.
Kotoha miraba a su casa, la cuál estaba a unas cuadras.— Seguirá molesto? ¡Seguro que sí! Fui tan tonta. . . Es mi culpa, debí dormir más rápido a Inosuke, yo sé que a su papá no le gusta escuchar lloriqueos.— Pensó.
Sin querer, su vista se dirigió a sus brazos, los cuales bajo su ropa, ocultaban las marcas que dejó aquel varón tras un forcejeo.
Ella sabía las reglas que él tenía en casa. Debía cumplirlas estrictamente, o castigos físicos serían las consecuencias.
Era su esposo. Él la aceptó como era.
Debía estar agradecida, ¿No?.
— Fin del capítulo
Advertencias/Contenidos de éste Fic;• Maltrato.
• Asesinato.
• Pensamientos Suicidas.
||¿Ship entre Kotoha y Douma?, Verán que entre sí y no. Esto es apto para a quiénes les gusta y a los que no. ||
Preguntas aquí;;
(...)
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𝐿𝑖𝑒𝑠... 𝒀𝒐𝒖𝒓 𝑳𝒊𝒆𝒔. -Kotoha and Douma.
Hayran Kurgu- Eres realmente repugnante. Aléjate de mí y de mi bebé. - ¿Repugnante?. A pesar de mis explicaciones, sigues siendo tan necia. Perdóname por lo que haré, Kotoha.-. Lágrimas falsas salieron de su pálido rostro, resbalando por sus mejillas, y mezclán...