Capítulo 4: ENCUENTRO

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ALYSSA

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ALYSSA

—Izel cuanto tiempo tenemos.

—15 minutos Alyssa, debes entrar distraer al de la mercadería y los hombres entrarán por la puerta trasera sacaremos el cargamento y salimos, todo en 15 minutos.

Eran las 23:50 pm, estábamos en una nueva misión después de semanas.

Hoy era un cargamento bastante grande y solo teníamos poco tiempo.

El THC era los cargamentos que normalmente traficaban.

Ahora mismo estábamos en uno de los coches con Izel y Adrián, a una cuadra de un prostíbulo donde los viernes por la noche cerraban tratos y pasaban el cargamento.

—Alyssa prueba que el micrófono este bien conectado.

Mire hacia mis pechos y acomode el micrófono, puse una de mis manos en mi oreja y me aseguré que el auricular este bien posicionado.

—Izel, todo en orden—Me miro y se acomodo su camisa.

Los dos íbamos a entrar en encubierto, Izel iría a "Cerrar un trato" y yo sería una de sus prostitutas.

Me acomode en vestido negro pegado que dejaban ver casi todo mi cuerpo, mire a mis botas de plataforma alta.

Eran lindas, lástima que se mancharán de sangre.

—Alyssa, ya es hora.

Le eche una mirada cuando puso su arma detrás de su pantalón.

Hice lo mismo acomode las cuchillas en mis botas y en una liga que estaba en mi muslo derecho con bastantes dagas.

Escondí el arma aun lado de mis bragas.

Izel bajo del auto.

Me acomode la peluca rubia y baje detrás de el.

Esto solo podía salir de dos formas bien o muy bien, que salga mal no era una opción.

Cuando estuvimos en la puerta, dos de mis guardias custodiaban esta, nos habíamos infiltrado por todos lados sabia perfectamente cuantas personas estarían en aquella habitación.

Al entrar al lugar Izel me tomó de la cintura y me acercó a el.

La misión había comenzado.
Caminamos entre toda la gente drogándose y tomando.

La música retumbaba el lugar, pasamos de largo toda la pista de baile y nos adentramos a un pasillo.
Nos detuvimos en la puerta de la habitación, afuera de esta estaban 3 hombres 1 de ellos era del clan, los otros eran guardias del lugar.

—Los están esperando—comento uno de los guardias.

Nos abrió la puerta y nos dejo entrar.

¿Nos estaban esperando?

Alarma 3 5  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora