Capítulo 32: RECUERDOS

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ALYSSA

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ALYSSA

Es extraño como tu cuerpo puede actuar por voluntad propia cuando sientes el peligro, el miedo, la emoción.

Actúa por voluntad propia y a veces es tan específico que sientes todo a la vez.
Te quita el aliento saber que el tiempo avanza y tú no tienes nada seguro.
La carretera está vacía, oscura. Necesitaba encontrar a esas tres personas que pusieron mi mundo de cabeza.

No era buena idea ir sola, solo actúe, se que el me sigue, se que Adrián me sigue, lo se desde el momento en que salí corriendo de la mansión para ir al sendero, para encontrarlos.
Gotas de lluvia empañan el vidrio, empezará a llover fuerte en unos minutos, pero eso no me detiene.
No sé exactamente cómo conduzco relativamente bien, estoy concentrada en llegar a ese lugar en vez de fijarme la carretera mojada.

No importaba, miré por el retrovisor, perdí de vista a Adrián, sabía que era peligroso ir sola a ese lugar, solo que el riesgo valía la pena.
Mire fijamente el cartel verde a un lado de la carretera, note la entrada del bosque.

Aquí era.

Baje corriendo del auto dejándolo encendido, no sabía hacia dónde iba, solo quería encontrarlos.
No tenía ningún arma encima, ningún celular, solo la calza negra y la solera.
El frío me puso la piel de gallina, corrí adentrándome en el oscuro bosque, quería creer que pronto amanecería y la luz me guiara el camino correcto.
No me fijé en el piso, el barro salpicaba mis tenis.

Tropecé, caí directamente a la tierra mojada cuando sentí el reloj de mi muñeca caerse. Lo recogí como pude, estaba sucio.

03:25 de la madrugada.

No podía hacer ruido, si saben que estoy cerca de la mansión todo se habrá acabado.
Seguí caminando entre los árboles, lo único que podía hacer para guiarme era intentar encontrar...
Me distraje cuando escuché unas cadenas, caminé hacia dónde provenía el sonido, caminando entre los árboles salí directamente a un círculo.

La entrada del sendero, delante de este note los árboles, una sombra se movía al lado de uno en específico.
Lo vi.

Corrí hacia él, su vista subió rápidamente hacia mí cuando escucho mis pasos, estaba frente mío.
Sujete el rostro de Asher, sangre fresca caía de su frente, su labio y ojo derecho estaban inflamados. Su cuerpo estaba encadenado al árbol, ese era el sonido.

Me miró unos segundos antes de que una expresión de terror se sentará en su rostro.

—No, no, no, no, no.

Negué en su dirección, no entendía porque parecía asustado.

—Ash, estoy aq...

—Tienes que irte—vi como intento ver hacia atrás del sendero que daba a la mansión antigua.

—Alyssa, vete, corre, no mires atrás solo vete.

Negué. No podía irme sin él, no así.

—Nos iremos los dos.

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