Once mine, always mine. | H.S

CAPÍTULO 6

— ¿De qué hablan estrellitas? —llegó Liam. Megan y Louis estaban hablando en el sillón de en frente.

—Brooklyn me contaba un poco sobre ella —respondió Harry.

—Sip y ahora te toca a ti contarme de ti —lo señalé con mi dedo índice.

— ¿Y qué te digo?

—Dame los mismos datos que yo te di. Fácil —recosté mi cabeza en el respaldo del sillón.

—Prepárate para lo que resta del viaje escucharlo hablar de él y su interesante niñez — dijo Liam, reí.

—Normalmente vivo en Los Ángeles o a veces en Londres, no estudio, escribo canciones la mayor parte del tiempo, tengo 21 años, estos tres hombres son mis mejores amigos desde los 16, no tengo novia, tengo una hermana llamada Gemma y mis padres se divorciaron cuando yo tenía 7 años —contó Harry.

—Les faltó decir sus cumpleaños, color, comida, bebida favoritos —interrumpió Niall desde su cama.

—Oh, es cierto, gracias rubio —contestó el señor —Mi color favorito varía entre el verde o el naranja, mi cumpleaños es el 1 de febrero, adoro los tacos, me gusta el jugo de manzana, me dan miedo las serpientes y mmmm, soy acuario —finalizó.

—Tu turno —me dijo Liam —Da esos datos.

—Okey —reí —Mi color favorito es el amarrillo y el negro, mi cumpleaños es el 5 de diciembre, me obsesiona el sushi, me gusta mucho el té, detesto las aves y soy sagitario —dije.

—Eso estuvo tan interesante —interrumpió Louis —Parecen niños de diez años conociéndose.

—Déjanos en paz, ahora sé más de Brooklyn, me alegra —se quedó pensando —Espera ¿por qué odias las aves? —me miró.

—No lo sé, tal vez una de las razones sea que cuando tenía 12 años un ganso me persiguió en el parque, y además son muy ruidosos —respondí. Liam y él comenzaron a reírse a carcajadas, como si hubiera dicho el mejor chiste del siglo. Los mire un poco confundida y después yo comencé a reír.

—Oh Dios —dijo Liam tratando de recuperarse —Al imaginarlo fue aún más gracioso —Harry también se tranquilizaba.

—Bueno, ya tenemos algo en común —dijo Harry sonriendo a tal punto que podía notar sus hoyuelos.

— ¿A ti también te persiguió un ganso a los doce? —pregunté.

—No cariño, a mí me persiguió una cabra cuando tenía diez, fue tan aterrador —bajó su cabeza. Al volver a mirarme, con una de sus manos acomodó su cabello —Pero un primo alcanzó a salvarme antes de que me comiera.

—Las cabras no comen personas, Harold —dijo Liam.

—Sí, HAROLD —reí, ¿qué clase de nombre es ese? — ¿En serio así te llamas? —pregunté.

—Definitivamente no, pero a estos tontos les divierte molestarme llamándome así, pero en cambio tú ya me tienes un gran apodo, y créeme no hay necesidad de que lo cambies —palmeó su mano izquierda contra mi rodilla —Oh, perdón —la quitó al darse cuenta.

La conversación continuó y ahora Louis, Megan y Niall se habían unido. Todos contamos anécdotas divertidas del pasado, incluyendo sus tours pasados y nuestras experiencias juntas, fue el día que más reí en la semana. A pesar de no todo ser tan divertido, la risa de Niall lo hacía mucho mejor, incluso los chistes de Harry.

Hubo un momento en el que cada quién estaba en su asunto, yo por ejemplo, seguía acostada en el sillón, pensando. En todo lo que ha pasado en las últimas 36 horas. Me quedé dormida después de unos 10 minutos pensando, estaba muy cansada y mi resaca aun no pasaba del todo.