Once mine, always mine. | H.S

CAPÍTULO 9

El concierto estuvo increíble. Igual que en el anterior, grité mucho, solo no grabé nada esta vez, porque ya lo tenía, pero en otro lugar.

Como Harry me había dicho, las fans llevaron carteles deseándole a Liam un feliz cumpleaños y en algún momento del show le cantaron la típica canción. En resumen, fue un muy buen día.

Ahora nos preparamos para ir a otro club, porque sí, vamos a celebrar al cumpleañero como se debe; tomando hasta olvidar nuestros nombres. Quedamos en vernos en el lobby a las 8:00 p.m, y de ahí un auto seguro nos llevaría a un club cercano.

Me preocupó el hecho de no saber qué ponerme, ya que solo había planeado que saliéramos una vez a algún club, pero bien es sabido que la vida está llena de sorpresas. Gracias al cielo, Megan empacó como 100 vestidos de noche para este tipo de ocasiones y me va a prestar uno.

A partir de mañana los chicos no tienen shows hasta inicios de septiembre, lo que significa que no están presionados por algún pendiente próximo, ni siquiera entrevistas, porque como su nuevo álbum aún no sale, literalmente no hay responsabilidades.

Me terminé de maquillar por fin, creo que lo hice bastante bien para no tener tanta experiencia. Combina bien con mi vestido, el cual es dorado y me llega un poco arriba de las rodillas, me encanta que brille tanto.

Mientras me ponía mis zapatos, alguien tocó la puerta. Me levanté aunque me faltara ponerme uno. Me fijé por el pequeño orificio de la puerta para ver quién era. Dios mío. ¿Por qué me torturas así? Es Harry, pero wow, otra vez parece que vamos a un desfile de moda, pero esta vez a uno más prestigioso.

Abrí la puerta.

Camisa de seda color vino, jeans negros y botas negras.

— ¿Están listas? —sonrió.

— Creí que nos veríamos en el lobby —le dije.

— Decidí venir por ti —sinceramente no sé cómo tomarlo.

— ¿Sólo por mí? —según yo, vamos las dos.

—Louis me dijo que él vendría por Megan, solo si ella acepta, si no, nos vamos los tres juntos.

— ¿Qué dices Meg? ¿Dejas que Louis venga por ti? —le pregunté.

— Claro, es hora de que por fin los deje solos —rió. Aquí hay gato encerrado.

— Ahora la pregunta es, ¿dejarías que fuera yo el que te acompañe? —me miró directamente a los ojos de una manera bastante intimidante diría yo, pero no con malas intenciones.

— Mmmm —miré hacia arriba. Tengo que hacer un momento de intriga — Claro, acepto que seas tú el que me acompañe —sonreí.

— Genial —formó una sonrisa con sus labios, con la ligera presencia de sus hoyuelos.

— Pero primero debo ponerme mi otro zapato, así que, si me disculpas, me sentaré para hacerlo —volví a sentarme en una de las camas y me puse mi otro zapato, me levanté y tomé un pequeño bolso para meter mi celular y algo de maquillaje por si acaso — Listo, podemos irnos.

Salí de la habitación y comenzamos a caminar hacia el ascensor, esta vez no olvidé la llave de la puerta. Harry presionó el botón para ir abajo.

— ¿Y por qué tenemos acompañantes ahora? —le pregunté mientras esperábamos.

— Ya sabes Más formalidad, elegancia, y no sé, solo porque sí —las puertas metálicas del ascensor se abrieron y entramos, presioné el botón para ir a la planta baja.

— Mmmm okay —reí.

Por fin estábamos en el lobby, ahora esperando a los demás, sorprendentemente fuimos los primeros en estar listos, o más bien, los primeros en bajar, Harry me dijo que los otros no tardaban.