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-No respondías mis llamadas y no sabía nada de ti... yo...- Sunoo seguía aferrado a su abrazo que tenía en Niki, sintió su cintura ser apresada con delicadeza. -Estaba tan preocupado por ti...

-Lo...siento- su voz era suave y ¿Quebrada?

-Mírame- quiso separarse para ver su rostro, pero Niki no subía su mirada.

¿Por qué estoy llorando?

-Niki... mírame, por favor- sus labios besaron la frente de su mayor aprovechando que este estaba agachado para que no vea su rostro.

Supongo que es porque en verdad me gustas.

-Lo siento...- se escuchó un sollozo, seguían en la puerta de aquella casa -No quería que me vieras así..

Quiero protegerte.

-Está bien, veas como te veas, siempre me vas a gustar, siempre te voy a amar- poco a poco empezó a subir la mirada de Niki.

Pero... en este momento... necesito que tu me protejas a mi.

-No quería preocuparte- por fin reveló su rostro, su sollozante rostro, las lágrimas caían por sus ojos directamente hacia el suelo.

-Entremos- tomó su mano, adentrándolo en la casa para cerrar la puerta detrás de él, lo sentó en el sillón y trajo en botiquín de primeros auxilios, empezando a curar sus heridas. -No tienes que sentirlo, estás aquí ahora, todo está bien- se posicionó encima de sus piernas con una toalla en manos para secar su cabello -Mírame- tomó su rostro en sus manos -yo siempre voy a estar aquí para ti.

Entonces las lágrimas que parecían haber parado hace unos minutos, volvieron a sus ojos cuando vio los de Sunoo.

Todos esos recuerdos tristes...

-¿Puedes darme un abrazo?- Niki preguntó.

Todo ese sufrimiento... ese dolor.

-Claro que puedo- dejó a Niki descansar su rostro en la curvatura de su cuello mientras abrazaba su cuello y dejaba que su mayor abrace su cintura.

Todo desaparece cuando estás a mi lado.

.

.

-¿Puedes cantar algo por favor?- Niki, que estaba acostado en la cama con Sunoo en brazos, pedía un arrullo tal y como un niño lo haría.

-Claro que si- afinó un poco su garganta y empezó a cantar una canción que escuchó hace unos cuantos días y le gustó mucho -Wise men say, only fools rush in- una canción de Elvis Presley.

Sé que me gustas.

Niki se acurrucaba junto a Sunoo, escondiendo su rostro en la curvatura del cuello del peliblanco.

Pero no quiero amarte... no quiero dañarte.

-But I can't help, fallin in love whit you...

Sí... justo eso, enamorarme de ti es completamente inevitable.

La mano de Niki viajó lentamente de su cintura hasta su hombro, de su hombro a su brazo y de su brazo a su pequeña y adorable mano.

Ódiame... no quiero que me sigas amando, no quiero que me sonrías así de lindo todos los días...

-Shall I stay? Would it be a sin If I can't help falling in love with you?

No, no te quedes, yo soy el pecador por enamorarme de ti....

Su mano se entrelazó involuntariamente con la de Sunoo.

-Take my hand, take my whole life too, for I can't help falling in love with you- sostuvo la mano de Niki de igual forma, apretando su agarre, sintiendo un suave beso en su cuello.

No puedo evitar... enamorarme de ti.

.

.

Pasaron 4 días desde el incidente, las heridas de Niki ya habían cicatrizado y casi curado, siempre fue así, se sanaba muy rápido de todo.

-Hoy debo decirte- Niki susurraba a un Sunoo dormido y acurrucado a su lado -no quiero que te hagas más ilusiones...

Sunoo se removió un poco acurrucándose en el pecho de Niki, sintiendo el calor de ambos juntos.

Y en medio de su trabajo de admirar a Sunoo, lo vio derretirse de a poco, por un momento olvidó que Sunoo se volvía una medusa otra vez cuando no lo besaba por 8 horas, tomó su rostro delicadamente y unió sus labios en un pequeño beso.

-Buen día- Sunoo saludó al abrir sus ojos

-¿Quieres ir a dar un paseo?- Niki se contuvo de besar su mejilla, quería darle el ¿aviso? En otro lugar.

-Vamos- otra vez esa sonrisa, aquella que lo tenía de esclavo.

.

.

Caminaban por un pequeño parque lejano, uno que tenía un río que iba hacia un lago, era muy bonito, todo era verde y brillante, se sentaron en una banca con vista hacia el bosque.

-Me gustas mucho- Sunoo pronunció otra vez mirando hacia Niki.

Debo decirte...

-Sunoo...- lo miró con dolor.

-¿Sí, Hyung?

Lo siento...

-No puedo enamorarme de tí.

Sunoo no respondió.

-Yo nunca amé a nadie, completamente a nadie, nunca me gustó nadie y entiende... no puedo enamorarme de tí... especialmente de tí.

Niki esperaba llanto, sollozos, hasta golpes, pero no, fue completamente lo contrario.

-Está bien- sonrió, pero no hacia él, sino hacia el paisaje que tenían enfrente -¿Quieres ir a almorzar?- ya habían desayunado en casa y más el viaje hasta ahí y unos cuantos paseos, ya eran las 2 y media de la tarde.

-Sí...

.

.

Tres y media de la tarde, parecía que todo estaba normal, que nada había cambiado, exceptuando que ya no se tomaban de las manos y no se daban ningún beso, tampoco hacían mucho contacto visual.

-Iré al baño- Sunoo avisó suavemente alejándose de donde Niki estaba, seguían en ese lugar.

-No te tardes...- le dolió más no tener respuesta alguna, tal vez a Sunoo no le importaba ser amado, por eso no reaccionó.

Pero la inquietud de Niki aumentó cuando pasaron 15 minutos y Sunoo no volvía.

¿Dónde estás?

Se paró y empezó a buscarlo, preguntando a las personas si lo habían visto.

Estaba desesperado, debía besarlo en menos de 10 minutos o se derretiría y nunca más lo tendría.

Por favor, entiende, porque me gustas, debo de protegerte... protegerte de mi.















Cami~

Jellyfish - SunKi♡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora