Jellyfish - SunKi♡

IX

-Hyung- Sunoo removía a su mayor para que despierte -Hyung~- colocó sus manos en las mejillas de Niki, en poco tiempo empezaría a derretirse, así que debía de besarlo -No me deja otra opción, Hyung- besó sus labios cortamente, tampoco es que quisiera que Niki despierte de mal humor.

Pero Niki despertó en medio del beso, para nada de mal humor lo que era muy raro, pero Sunoo lo estaba besando así que ¿Cómo podría estar de mal humor?

-Buen día, Hyu-- sus labios fueron atacados por los del mayor, al principio se sorprendió, pero después se dejó manejar al antojo de Niki, dejó que sus manos se guíen a su cintura, dejó que el beso se torne húmedo y dejó que esas mismas manos se adentraran en su pijama.

-Buen día- besó su mejilla separándose del beso. -Hoy también iré a entrenar, ¿Quieres ir conmigo o te quedarás aquí?- besó su frente.

-Puedo... ¿Quedarme?.. quiero intentar cocinar algo que vi en internet.

-Claro que puedes quedarte- se sentó en la cama - no tardaré más de 3 horas así que no habrá problema.

En verdad quería dejar de tratar a Sunoo así de.. bonito, como no trata a nadie más, quería volver a tratarlo de manera indiferente, quería dejar de sentir esas mariposas cada que lo miraba, ¿Por qué? porque cuando quería a alguien, siempre lo lastimaba y si amaba a Sunoo ¿Lo lastimaría más? no quería descubrirlo, solo quería protegerlo.

Niki se cambió de ropa ante la atenta mirada de Sunoo, se sintió un poco tímido, pues Sunoo lo miraba como si se le antojara acostarse encima de su cuerpo.

-¿Por qué me miras así?- rió un poco -¿Tanto te gusto?

-Sí- no dudó en responder -me gustas mucho.

Y el corazón de Niki volvió a revolotear dentro de su pecho, como si hubiera estado corriendo todo un maratón.

-Si pasa algo, llámame- Niki bajó su mirada acercándose a Sunoo para darle un beso en la frente. -volveré en tres horas ¿Bien? no tardaré más que eso.

-Te estaré esperando.

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-¿Qué debo hacer? ¿Qué debo hacer? ¿Qué debo hacer? ¿Qué debo hacer?- Niki estaba en la cancha de tenis, bueno, en una de las banquetas, en el camino a la cancha, vio un conejito de peluche con unas orejas largas y de color rosa, el color favorito de Sunoo, sin pensar dos veces, lo compró para regalárselo a Sunoo.

Interrumpiendo sus pensamientos llegó Jay.

-¿Qué debes hacer? ¿Qué debes hacer? ¿Qué debes hacer?- remedó con total madurez.

Ahí Niki vio una oportunidad de tener un consejo de un chico que tenía pareja.

-¡Jay!- lo tomó de los hombros -Necesito un consejo....

Y después de varios minutos de charla, y de que Jay se riera por ver la desesperación de Niki, llegaron a que Niki si le daría ese peluche a Sunoo.

-Sí, en media hora debo volver a casa por-- una llamada interrumpió sus palabras, era Sunoo -¿Todo está bien?

-Niki... ¿Dónde está la harina?

-En el cajón del tercer mesón, anda, fíjate y me dices si no está ahí.

Unos segundos pasaron hasta que Sunoo respondió.

-Aquí está, gracias~

-¿Hay algo más que no encuentres?- mientras hablaba con él, sus orejas se ponían rojas y en sus labios se formaba una sonrisa -Bien, ten cuidado con cortarte o quemarte, si hay algo que no sepas y puede hacerte daño, llámame e iré enseguida.