Capítulo 2.

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Jonathan.

Definitivamente estábamos metidos en un un gran lío. Mamá nos miraba un poco molesta, esperando una respuesta y papá muy nervioso. 

—Entonces, Conner, ¿con quién te vas? —Le preguntó mamá a mi hermano mayor. Él estaba perplejo. 

—Me voy con... con papá. —Respondió, tartamudeando con lágrimas en sus ojos y apretando su mano. 

Lois lo miró con reproche y dijo: —Me lo esperaba, ¿y tú Jonathan? ¿Serás como tu hermano?

—Ehhhh. —El momento había llegado, de la nada, vi a un montón de dinosaurios de distintos colores bebés, mirándome con los brazos en sus caderas, cerré los ojos y los volví a abrir, para toparme con mi mi mamá, con la misma pose que los dinosaurios, aquellos habían desaparecido.

—Si fuera para hoy mejor. —Agregó, frunciendo el ceño. 

—Okay... —Respire y suspiré para luego responder... ¡Hey! Me salió una rima... Creo que podría ser poeta. —Creo que me iré con papá y mi hermano, mamá. —Dije seguro, no tengo ni idea de dónde había sacado esa valentía, pero me sentí bien. 

Creo que mamá se enojó conmigo, ya que se le notaba en la expresión. Mientras que papá no se veía completamente contento por estar con nosotros.

¿Acaso había hecho algo malo?

Creo que sí. 

—Bien, ahora saquen sus cosas y lárguense de mi casa que ya no los quiero ver. —Uy, si que está molesta, furiosa mejor dicho. 

En cualquier momento parecía que iba a echar humo, vi que Conner se fue, supongo que yo también tenía que hacerlo así que me fui tranquilamente, casi dando saltitos. 

No tengo ni idea de por qué estaba feliz, creo que esto podría cambiar para bien... Solo espero haber tomado una buena decisión. 



Después de tomar todas nuestras cosas y alistarnos, tomamos rumbo a Gotham en nuestro carro. Me dormí un poco antes de salir de Metrópolis, el padre del principito de Gotham había realizado el papeleo necesario para salir de la escuela, lo que era prácticamente imposible.

Pero es el principito, ¿no? 

Yo había tomado bien la mudanza, la mayoría de compañeros son... ¿fingidos? Bueno, en realidad quiero decir que no se muestran como en realidad son, fingen ser otras personas y pues, ¿si son asesinos seriales? 

Me daba un poco de pena dejar a mi mamá, pero creo que no sentiría mucho el cambio, ya que en general le importaba más el trabajo que Conner o yo. 

Conner... él era otro tema, a él si le había afectado el cambio, era uno de los más populares y con más amigos/asesinos. Creo que les había enviado un mensaje mientras estaba en su habitación. 

 Me levanté bruscamente, cuando escuché un claxon súper fuerte, froté mis ojos para asegurarme que no siguiera dormido, pero no. 

Estaba despierto.

Había demasiado tráfico y oscuridad, vi por la ventana de lo 2 asientos que ocupaba, me encontraba en la parte trasera, mientras papá y Conner delante, y me sorprendí. 

¿No podían poner más focos con más iluminación y menos tenues? 

Vi en un callejón que algo se movió, retrocedí al otro asiento al pensar que era un asesino serial. Aquí aumentaban las posibilidades de encontrarse con uno. 

Sin embargo, cuando me volteé vi a un señor acercarse pidiendo limosna. Iba a bajar la ventana para darle dinero que tenía, pero de la nada sacó un cuchillo de... ¿cocina? 

Sonreí por lo bajo y el señor también, se acercó un poco más cuando Conner se dio cuenta y me jaló hacía adelante, papá también avanzó.

Me despedí de él alzando la mano y moviéndola efusivamente. 

—Jonathan, Gotham no es como Metrópolis. Aquí las personas no quieren hacer amigos. —Me explicó papá. 

Entonces, ¿soy amigo del señor?

¡Ni siquiera le pregunté su nombre!

¿Soy un mal amigo? 

—En otras palabras, ni se te ocurra acercarte a desconocidos y si ves a alguien con un cuchillo, te aseguro que no quiere cocinar. —Me habló Conner muy serio, así que puse mi cara de entender y seriedad. —Salvo, claro, que quiera cocinarte a ti. —Ante esto último, papá lo miró mal y lo reprendió por lo bajo.

Si me cocinarán, ¿que sería?

¡Espero que un helado!

Uno de chocolate con vainilla... 

¿Habrán heladeros cerca?

—Llegamos. —Dijo papá, mire a la ventana y vi un edificio un poco sucio y oscuro con basura a sus lados. 

¡Estaba cool!

¿Batman pasaría por acá?

—Genial. —Dijo sarcástico Cooner. 

Según papá, el número de la habitación era la 40, octavo piso, sin ascensor... 

Bueno, mínimo íbamos a estar en forma y, ¡podremos ser como Sonic! 

Pero no, las divisiones de las escaleras tenían un mínimos de veinte escalones cada una y eran dos divisiones para llegar al siguiente piso! 

Al llegar al piso 2, me di cuenta que en cada piso había 5 departamentos y al llegar al tercer piso me di cuenta de que no era necesario estar en un departamento para vivir. 

Mi padre era el único que estaba bien y mi hermano no estaba mejor que yo. Así que nos detuvimos a descansar y tomar aire. 

—¡Hola! —Nos saludó una chica rubia de ojos azules muyyyy bonitos. Venía vestida de jeans y un polo negro suelto. —¿Son los que se acaban de mudar? —Nos preguntó, yo asentí. —Cool, ¿qué piso les toca? 

—Ocho. —Respondió Conner tomando una aire por la boca.

Vi abajo para ver lo que habíamos avanzado y era nada. Nada comparado con lo que nos faltaba...

Espera, ¿cómo llegó la chica ahí? 

Juro que no había nadie cuando llegamos. 

Y no vi a nadie subiendo... 

¡¿SERÁ AMIGA DE BATMAN?!

O estaba en uno de los departamentos. 

—Wow, no hay mucha gente aquí, ¡si quieren puedo hablar con el encargado para que se muden aquí! —Nos propuso la chica. —Verán, Gotham no es exactamente un lugar turístico como seguro ya lo han podido apreciar. 

—Sisisisisi! —Acepté sin consultarlo. 

¿Podré ser amiga de ella? 

—Por favor, si es ningún problema. —Aceptó Conner también. —¿Cierto, Clark? —Le preguntó Conner, al ver que él no había dicho nada. 

—Sí, claro. 

—¡Okay! Ahorita vengo. —Dijo la chica y se fue corriendo abajo. —¡Listo! El encargado me dijo que no hay ningún problema, aquí está la llave. —Nos comentó cuando subió como si nada... Okay, ella sí que tenía físico, entregándonos una llave. 

—Disculpa, ¿cuál es tu nombre? —Le pregunté. 

—Kathy, mi nombre es Kathy, ¿y el tuyo? —Me preguntó y me emocioné, ¡tal vez quería ser mi amiga!

—Jonathan, pero me puedes decir Jon. —Respondí con toda la emoción posible. 




El nuevo alumno - JonDami/KonTimDonde viven las historias. Descúbrelo ahora