El nuevo alumno - JonDami/KonTim

Capítulo 8

Conner

Me acomodé aún más al sentir el tacto de Tim en mi cabello, que relajante.

—¿Terminaste? —preguntó, sin dejar de acariciarme.

—Eh, me falta poco. —Di un vistazo a la habitación y a lo que tenía debajo de mí y entendí.

No copié nada de su cuaderno.

—Se ve que ya estás por acabar...

—¿Qué curso es este?

—Mates

—Estamos a medio año... ¿y solo han hecho 3 temas?

Dirigí mi mirada a la suya, desafiándolo.

—Los únicos diferentes al año pasado.

—Tim..., en matemática tenemos tres sectores... ¿solo han hecho un tema diferente, cada uno?

Frunció el ceño y sacó su mano de mi cabeza, se colocó de brazos cruzados en el escritorio y me miró.

—Fueron las que me obligaron a copiar... —dijo entre dientes, haciéndome sonreír.

—Genial, me has dado una muy buena excusa.

—Ya.

Me sentí un poco triste al no sentir más su tacto en mi cabeza, así que dejé el cuaderno de matemáticas y me puse a ver la habitación; amplia, con paredes repletas de posters de héroes y una pizarra con post-its, repisas con figuritas de colección, estantes de libros, un clóset, un escritorio (dónde me encontraba justo ahora y una mesita de noche.

—Nada friki, ¿eh?

—Para nada.

Me paré y vi la pizarra: —¿Puedo? —Él asintió.

Había unas fotos de él y el "profesor" Jason y otras él con un chico rubio que se veía muy cercano, me acerqué y visualicé más de ese collage de fotos; en una estaban ellos dos abrazándose, en otra mirándose, luego dándose un beso y en la última Tim encima del peliteñido.

—¿Quién es? —pregunté, más hostil de lo que desearía.

—Un... amigo.

—¿Amigo?

—Yep, antes éramos algo, pero se merecía algo mejor.

Tal vez recién lo estaba conociendo, pero definitivamente noté el tono melancólico que usó y cómo sus ojos se volvieron un poco llorosos por el simple hecho de mencionar su existencia.

Que penita.

—No creo que encuentres fácilmente a un genio friki que le llegue el colegio en Gotham...

Sonrió, aunque me hubiera gustado que me miré, eso estaba bien.

—Ehh, ¿gracias?

—¡De nada!

Continué viendo y pasé a su cómoda.

Dios, que problema tenía con chismear cada cosa en cada habitación que entraba.

Me encantaba pensar que la manera que una persona tenía su habitación describía demasiado la manera en la que se comportaba con los demás.

Aunque ya me equivoqué con eso una vez; no cometeré el mismo error.

Visualicé en su cómoda un librito con lomo negro y palabras doradas escritas en su portada: "Our death note" y en la parte de abajo una 'T' con una 'B', por eso es malo gastar dinero en cosas tan insignificantes para un 'amor' que acabará pronto.