Se suele ver el destino y la libertad como una dicotomía; o eliges uno o eliges el otro. La realidad es que están correlacionados.
Siempre tenemos libertad, incluso cuando estamos encasillados. Decía Victor Frankl; "al hombre se le puede arrebatar todo, salvo una cosa: la libertad humana —la libre elección de la acción personal ante las circunstancias— para elegir el propio camino." Aquellos que creen en el destino como fuerza determinante de la vida tiene libertad; han decidido usarla para creer en el destino. Con la decisión de elegir libremente creer en el destino, lo han formado
El punto es que el destino lo forja cada persona con la libertad de sus decisiones. El destino está trazado según nuestra libertad. La fuerza del destino, es la fuerza de nuestra libertad. Quien decide eximirse de toda responsabilidad vital y depositar el rumbo de su vida en el destino, lo ha decidió porque tiene la libertad de hacerlo. Por otro lado, quien decide tomar la responsabilidad de su vida y dirigir esta, lo hecho gracias a su libertad. Sin embargo, aquellos que eligen el destino coartan su libertad y se la conceden completamente al destino, pero ahí está. Pueden usarla en el momento en que deseen. Son libres. Así como aquellos que eligen atribuir los hechos a uno mismo u otros factores.
Al final, sin importar lo que elijamos, siempre lo haremos en base a nuestra libertad, porque la libertad traza el destino.
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La belleza de nuestra esencia
NonfiksiOriginalmente, una iniciativa llamada "Me siento bonita/o cuando..." en donde les comparto los momentos en los cuales me he sentido bien conmigo misma y sobre todo, me he sentido feliz. Espero todos estos momentos te inspiren de alguna manera.