¿Guapo? ¿De dónde? - Taekook.

28

Jungkook

2

meses después.

Se acercaba la época de exámenes, está es una época bastante fácil para mi, sin embargo hay alguien que me preocupa un poco y esa era la persona sentada junto a mi.

Taehyung desde hace una semana me había pedido que lo ayudará a estudiar como la vez pasada, la diferencia es que ahora estaba tan ocupado e hipnotizado con el hecho de ser el mejor y no está mal, no es difícil de lograr y menos si eres Kim Taehyung.

- ¿Te falta mucho? - Taehyung había estado cuatro horas seguidas estudiando desde que habíamos salido de la escuela y yo la verdad es que me estaba muriendo de hambre.

- Sólo un poco más cariño - dijo sin quitar la mirada del libro en sus manos y mi estómago pareció quejarse con aquel retorcijon.

- Osito...

- Cariño necesito tener alto promedio para poder entrar a la Universidad.

Estaba consciente de aquello: La Universidad. No era algo que me emocionaba puesto que yo soy un año menor a Tae y de verdad no se que haré cuando el no ande por ahí en los pasillos, nisiquiera se si podré comer sólo.

Mi silencio había sido tan abrupto que Taehyung cerró el libro y acercándose a mi, tomo mis mejillas como flor de lotto y me vio a los ojos.

- Lo se... yo también lo he estado pensando.

La manera en que casi leía mi mente era algo tan atractivo. Una cosa más a la lista de cosas atractivas sobre el chico Kim.

- Sólo será un año Conejito, podemos afrontarlo.

- Lo se, sólo que se sentirá extraño.

Taehyung acercó su nariz a la mía y la froto de forma tierna para después dar un beso en ella, el momento fue tan tierno hasta que un flash casi nos cega, ahí estaba mi madre quien no respetaba mi privacidad y entraba tomando fotos, decía que era nuestra fan y la verdad es que no entendía sus pensamientos de mamá orgullosa.

- Mamá por Dios ¿de verdad necesito poner candados en mi puerta?

- Lo siento Kook es que llegó... Rosee.

Mi mamá ya sabía lo que pasó entre nosotros y aunque en realidad al principio dudo de que alguien como ella me hiciera algo como eso, terminó dandome la razón.

- ¿Rosee? - preguntamos Tae y yo al unísono.

Mi mamá asintió extraña y segundos después Rosee asomo su cabeza por la puerta de mi habitación.

- Bueno chicos yo me retirare - mi mamá habló, camino hasta la puerta y le dio paso a la chica rubia.

La chica entró como normalmente entraría a mi habitación y no parecía como si hubiéramos dejado de hablar hace dos meses.