27. Un sol en el camino

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Capítulo 27. Un sol en el camino

— ¡¿EMBARAZADOS?! — Fue el grito que ambos pegaron al enterarse de la situación.

Yosano suspiró, — Ahora es algo completamente normal. Es como decir que tú eres un chico que se convierte en tigre — Con la noticia, Atsushi se desmayo, no podía ni creerlo.

Dazai talló su nuca — aaay AAy aaay — mencionó cansado.

El castaño tomó al menor para llevarlo a su casa, aunque no precisamente la suya. Entró pateando la puerta y asustando a ambos dentro — ¡ESTÁS MUERTO AKUTAGAWA RYUNOSUKE!

— ¡Dazai! Cálmate ¿Que paso?

Dazai le dio la hoja a Chuuya, Chuuya miró el certificado del embarazo y la tomografía, se hizo a un lado — Dale — mencionó mientras Dazai se le iba encima a Akutagawa.

Atsushi logró reaccionar y los detuvo — Dazai-san pare por favor

— Si, ¿como sabes que fue el? — se quejó Chuuya por fin

Dazai tenía a Akutagawa de su camisa — Simple, yo le di los condones ¡Que no eran para Chuuya!

Dazai soltó otro golpe, Chuuya se montó encima. Atsushi tapó su rostro.

Fue hace dos meses atrás...

Dazai y Chuuya tenían una reunión por la alianza de la port mafia y la agencia; usualmente llevaban a Atsushi y Akutagawa con ellos; en primera para entretenerse en el camino, en segunda por qué sugirieron no estar juntos y en tercera por qué Dazai llegó el primer día con Atsushi así que Chuuya le llamo a Akutagawa
De hecho lo último era la mayor razón.

Atsushi y Akutagawa solían sentarse a oírlos pelear y comer. Ambos menores habían comenzado a convivir y aprovechar para hablar, primero solo daban sus referencias a la comida, luego fue el clima, pasaron a lugares y pronto eran noticias, después de eso, su conversación era fluida, cosa que no pasaba con los mayores.

Así que un dia cansados de escuchar a ambos gritar, se reunieron.

Atsushi se sentía nervioso, Akutagawa le citó en un lugar elegante. Llevaba un buen pantalón de vestir color beige, y un cuello de tortuga negro. Miró al azabache esperarlo en una mesa, se acercó a él mirándolo mejor. Llevaba su ropa habitual pero la camisa era lisa y el abrigo estaba en su asiento y no sobre el — Jinko

— ¿llegue tarde?

— en absoluto — señaló la silla — adelante

— gracias.

El mesero se acercó, Atsushi solo pidió agua de montaña. Akutagawa tenía una copa con el — Pensé que beberíamos

— No he bebido nunca, déjame tener algo de agua también

— Bien, esperaré contigo.

Ambos se pusieron a platicar, la verdad, la voz del otro les relajaba. — Entonces, por eso odias a los niños — mencionó Akutagawa

— Dime si tú no, ellos siempre eran así conmigo — suspiró — Por culpa de esos niños que me echaban la culpa yo pague mil cosas.

Akutagawa tomó un pequeño sorbo, el sabía que no aguantaba mucho el alcohol y quería impresionar al menor. Pero ese pequeño sorbo ya lo había dejado con la boca suelta — Imagino que tener bebés debe ser peor, yo que cuide de mi pequeña hermana se lo difícil que es cuidar de alguien más

— No quiero saber de bebés, aunque tengo entendido que llegas a los bebés después del coito — El mesero trajo una segunda bebida para el menor, era alcohólica. La dejó y se retiró

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